'¿Participas en otros procesos?': cómo responder en una entrevista

Jun 29, 2021

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'¿Participas en otros procesos?': cómo responder en una entrevista
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Gabrielle de Loynes

Rédacteur & Photographe

En el pasado, tener una entrevista de trabajo era un enorme desafío. El camino estaba plagado de obstáculos que era necesario sortear: una pregunta capciosa por aquí, una prueba por allá… Cada tema abordado podía desestabilizarte y hacerte caer. Para no arriesgarte a quedar descalificado, era necesario saber lidiar con todo a la vez. Y cuando por fin creías que habías llegado a la recta final, te tendían la última emboscada: “¿Qué otras opciones laborales tienes?”. ¡Qué miedo! Sin importar lo que respondieras, corrías un gran riesgo de equivocarte. Por un lado, tener otras opciones significaba que podían descartarte del proceso de contratación, pero no tenerlas te exponía a que el entrevistador dudara de ti y huyera. Es decir, te encontrabas entre la espada y la pared. Afortunadamente, los profesionales del sector afirman que esta situación ha cambiado mucho. Hoy en día, no importa si tienes varias opciones o no, lo que cuenta es demostrar transparencia y motivación durante la entrevista.

La otra cara de la pregunta

Marie-Agnès trabajó durante mucho tiempo en una empresa de contratación de personal. En aquel entonces, la pregunta “¿participas en otros procesos?” o “¿tienes otras opciones laborales?” tenía un significado completamente distinto para ella, que la consideraba como “una oportunidad de obtener información sobre los puestos vacantes” y por su parte, “un razonamiento comercial”. Hoy en día, tiene otra perspectiva gracias a su nuevo cargo de Talent Manager en Early Metrics, una empresa que se dedica a calificar a las startups. “Cuando hago esta pregunta en una entrevista, solo me interesa saber en qué punto del proceso de contratación se encuentra el candidato, para saber si tengo que acelerar el paso o no”, explica. “El objetivo es simplemente no perder a un buen candidato que tiene otras opciones”, pero admite que siempre hace esta pregunta “porque permite analizar el perfil de la persona, conocer mejor su actitud y su motivación”.

Por su parte, Martín no ha seguido una formación en contratación de personal, pero su cargo de director general de una startup de restauración le ha enseñado a llevar a cabo las entrevistas de trabajo. Para Martín, no hay dudas. “Esta pregunta es fundamental porque es una excelente fuente de información sobre el candidato. En una entrevista, hay muchas preguntas que conducen a respuestas clichés. Pero con esta pregunta no ocurre lo mismo. Me parece que es una verdadera herramienta para romper el hielo, aunque a veces puede incomodar al candidato, porque exige demostrar autenticidad y sinceridad. De hecho, la respuesta dice mucho sobre la forma en que el candidato se ha preparado para su búsqueda de empleo y se desenvuelve en el mercado laboral. En función de si tiene otras opciones o no (y sobre todo, qué tipo de opciones son) puedo saber si tiene objetivos específicos a la hora de enviar su candidatura y si su proyecto profesional es coherente”, señala.

“Las entrevistas han pasado de un formato de ‘estar en el punto de mira’ a un diálogo sincero y constructivo”, analiza Marie-Laure Deschamp, antigua responsable de desarrollo de Recursos Humanos que ahora se dedica al coaching profesional. En el pasado, la pregunta “¿tienes otras opciones laborales?” podía parecer sesgada porque se planteaba en el contexto de una relación de poder en la que todo (incluidas las pequeñas mentiras) estaba permitido para conseguir el empleo. Pero este ya no es el caso hoy en día. “Al hacer esta pregunta al candidato, el entrevistador solo busca obtener un poco de claridad en el proceso de contratación. No importa cuál sea tu situación, tanto si tienes otras opciones como si no, debes partir del principio de que el entrevistador está abierto a tu respuesta y de verdad le interesa escucharla”, matiza.

Cuidado con la espontaneidad

¿Tienes una entrevista de trabajo? Confía en ti. Avanza lentamente y sigue el ritmo del entrevistador. Es muy posible que tarde o temprano te haga la fatídica pregunta. Por lo tanto, no intentes abordar este punto por tu cuenta pensando que esto podría jugar a tu favor o acelerar el proceso de contratación. Este atajo abrupto podría ser peligroso. “En el lugar de la persona entrevistada, yo no abordaría esta pregunta espontáneamente”, confirma Marie-Agnès. “Como entrevistadora, tiendo a desconfiar de un candidato que me informa inmediatamente que tiene varias opciones. Me da la impresión de que busca destacar y de que tiene un gran ego. En general, cuanto más se extiende el candidato en su respuesta, menos clara es y más me hace dudar de que realmente tenga otras opciones”, aclara la Talent Manager.

Por su parte, Martín reconoce que muy pocas veces ha hecho frente a este fenómeno: “Tal vez me haya ocurrido con un candidato de actitud muy comercial, en un intento por ‘cerrar el trato’, es decir, generar una sensación de urgencia en el entrevistador e incitarlo a hacerle una oferta. Si se hace de forma muy sutil, puede funcionar. Pero con frecuencia es contraproducente, pues el entrevistador puede tener la impresión de que no es la primera opción del candidato. Y si este lo dice con orgullo, hasta puede parecer arrogante”.

Así pues, recuerda que mencionar de forma espontánea que tienes otras opciones equivale a tomar el camino equivocado. La coach profesional desaconseja adoptar esta actitud. “Si el entrevistador no te hace esta pregunta, no te arriesgues a plantearla voluntariamente, porque podrías dar la impresión de que te estás esforzando demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que los entrevistadores saben perfectamente que un candidato puede decir lo que quiera”, explica. ¿Y si de verdad tienes varias opciones? “Esto pondría bajo presión al entrevistador. Si no hace esta pregunta, es por algo”, asegura la experta.

Si tienes varias opciones, sé sincero y transparente

“Un entrevistador sabe perfectamente que cuando empiezas a buscar empleo, envías cientos de currículums a todos lados, sin una estrategia bien definida al principio, pero que después vas afinando poco a poco”, asegura Marie-Agnès. “Así pues, es perfectamente normal tener otras opciones. Lo que le interesa al entrevistador es saber lo que dice el candidato”, señala. El objetivo no es tenderte una trampa ni sacarte información, sino simplemente saber si es necesario acelerar el proceso: en caso de que al entrevistador le guste tu perfil, debe saber si todavía es posible contratarte o si ya estás en la recta final de otro proceso de contratación.

¿Y si tienes otra oferta que te interesa más que esta? “Prefiero que me lo digan”, explica la responsable de Recursos Humanos. “Esto me permite analizar la motivación del candidato y saber cómo podría destacar mi oferta. La entrevista no es más que un diálogo. Aprendemos a conocernos y comprobamos si nuestras respectivas expectativas son compatibles”, cuenta. Por lo tanto, evita andar con rodeos y sé sincero: “Responder con sinceridad es la única forma de encontrar un trabajo que se corresponda realmente con tus expectativas. Esto le permite al entrevistador saber lo que al candidato le interesa del puesto. Y cuando las condiciones de trabajo son más o menos las mismas que las de otra oferta, tratará de entender qué prefiere el candidato y por qué”, añade.

Sin embargo, si tienes otras oportunidades de trabajo, pero no deseas que te descarten del proceso de contratación, tendrás que ser muy inteligente. “Claro que puedes decir en qué etapa del proceso te encuentras, pero intenta hacer hincapié en las razones por las que te interesa este puesto en particular”, explica. No reacciones con arrogancia diciendo algo como: “Esta empresa no es mi única opción”. Al contrario, esfuérzate por explicar lo que más te interesa del puesto para el que te están entrevistando. “Esta es la oportunidad de hablar de tu motivación y explicar por qué prefieres este puesto en lugar de otro”, concluye Marie-Laure.

Si tienes otra oferta seria, sé claro

Si ya has conseguido superar la montaña de entrevistas y estás llegando a la recta final de un proceso de contratación concreto, debes decirlo. Sé directo para no pillar al entrevistador por sorpresa. “Sé sincero. Di las cosas con claridad y explica qué es lo que te interesa del puesto en cuestión, pero no cierres la puerta, esfuérzate por iniciar el diálogo”, aconseja la coach. Por ejemplo, puedes preguntar: “¿Crees que este puesto podría satisfacer mis expectativas?” o “¿La empresa ofrece esta posibilidad?”. Sin embargo, si tienes una oferta, pero aún no te han hecho una propuesta formal, sé prudente. “Al final de la entrevista, envía un correo para confirmar que te interesa el puesto”, recomienda Marie-Laure. “En los siguientes días, aún estarás a tiempo de escribirles para decirles que otra empresa te ha propuesto un contrato, pero que sigues interesado en el puesto que ellos ofrecen y te gustaría saber cuál es su posición”, aconseja.

Ofertas de la competencia: ¿un terreno peligroso?

En algunos sectores, los candidatos pueden jactarse de que tienen muchas opciones entre las que elegir. Esto se debe a que algunas personas tienen un perfil tan único que les abre las puertas a muchas ofertas de trabajo y, en consecuencia, les resulta difícil elegir una en concreto. Y entre una y otra, es posible que se encuentren participando en el proceso de contratación de dos empresas rivales. “Preguntar sobre las demás opciones permite obtener más información. Me interesa saber a qué tipo de organizaciones (startups o grandes empresas) el candidato ha enviado su currículum y en qué sector. Pero nunca pregunto directamente si ha enviado su candidatura a la competencia, porque es algo muy delicado y puede incomodar a la persona. Mi única intención es saber si su proyecto es pertinente y si su candidatura es coherente y apunta a un objetivo específico”, comparte Martín.

Pero, ¿una oferta de la competencia supone necesariamente entrar en terreno peligroso? “En mi opinión, no es un problema. Al contrario, me tranquiliza porque me da la impresión de haber encontrado un buen currículum, un talento en demanda. Prefiero que me lo digan con sinceridad. Esto me da la oportunidad de preguntarle al candidato cómo cree que nuestra empresa puede diferenciarse. Y si me interesa su perfil, puedo acelerar el proceso”, asegura la responsable de Recursos Humanos. Para el entrevistador, lo importante es saber si te interesa más la oferta de la competencia y en qué punto de su proceso de contratación te encuentras. Por lo tanto, esta información no es decisiva.

Si no tienes otras ofertas: todo es cuestión de preparación

¿No tienes ninguna otra oferta? No te preocupes, son cosas que pasan. Pero si solo imaginar al entrevistador haciéndote esta pregunta te hace temblar de pies a cabeza, quizás pienses: “Después de todo, una mentirita no hace mal a nadie”. ¡No!, responden los entrevistadores. ¡No mientas! Una pregunta sincera merece una respuesta sincera.

“Si el entrevistador hace bien su trabajo, el candidato no se sentirá obligado a maquillar su situación, sino que logrará destacar gracias a una respuesta auténtica. Un candidato que se siente cómodo puede decir sin ningún problema que no tiene otras opciones. Lo digo con toda seguridad: esto nunca puede interpretarse como una mala señal”, explica. Además, hay muchas razones que pueden explicar esta situación: tal vez has rechazado otras ofertas que no eran compatibles con tus expectativas, has llegado a la última etapa de un proceso de contratación que al final no se llegó a concretar, actualmente tienes un trabajo pero te mantienes abierto a otras ofertas o puede ser que acabes de empezar a buscar empleo.

“No es muy habitual que una persona no participe en ningún otro proceso de contratación”, confiesa Martín. “Hace poco, me encontré con este caso. La persona me lo dijo muy claramente y aprecié mucho su sinceridad. Le pregunté por qué no tenía otras ofertas y me explicó que hacía solo dos semanas que había empezado su búsqueda de trabajo, por lo que su situación era perfectamente comprensible. Cuando no tenemos ninguna oferta seria, es mejor decirlo directamente. Esto evita dar una respuesta neutra como ‘estoy estudiando otras opciones’, que suele venir acompañada de una actitud cerrada por parte del candidato. Sin embargo, esta respuesta franca y sincera fue un punto a favor de la persona a la que estaba entrevistando”, cuenta Martín.

No importa cuáles sean los motivos por los que aún no tienes un plan B, no debes avergonzarte de ello. Después de todo, esto demuestra que eres audaz y que no temes abrirte tu propio camino. “Siempre hay una explicación para todo”, precisa la coach. “Lo importante es anticipar la pregunta y preparar bien la respuesta para que sea coherente. Por ejemplo, quizás tienes excelentes habilidades, pero no sabes cómo venderte en una entrevista. Si es tu caso, ¡dilo! El entrevistador no busca saber si cumples con una serie de criterios, sino encontrar un perfil y una personalidad que sean compatibles con la vacante”, matiza. En el fondo, no se trata de si es una situación buena o mala, pues la entrevista es simplemente un encuentro.

Cuando participas en un proceso de contratación, es necesario que seas flexible. Si te sientes paralizado de miedo, tienes una actitud cerrada y una postura rígida, convencido de que se trata de un proceso difícil y de que el entrevistador busca hacerte caer en una trampa, es muy probable que la entrevista salga mal. En cambio, si abordas la situación con serenidad y sinceridad, tienes más probabilidades de responder correctamente a esta pregunta y a todas las demás sin ningún problema. Mantente firme en cuanto a tus necesidades, recuerda que tienes el control de tu recorrido y todo saldrá bien. ¡Mucho éxito!

Traducido por Andreína Gil / Foto de WTTJ

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