“El teletrabajo en confinamiento y el 'full remote' no tienen nada que ver"

20 jul 2020

6 min

“El teletrabajo en confinamiento y el 'full remote' no tienen nada que ver"
autor
Anais Koopman

Journaliste indépendante

Me llamo Thomas, soy responsable de redes sociales en una startup y trabajo 100% en remoto. A mis treinta años, podría decirse que he conseguido un auténtico equilibrio entre vida profesional y personal. Desde hace tres años, puedo salir del trabajo e ir a correr a la orilla del mar en Biarritz, la ciudad en la que vivo. Me gusta más la naturaleza que las grandes ciudades y prefiero trabajar por objetivos que el presentismo. Desde el principio de la crisis sanitaria, muchos empleados han empezado a creer que teletrabajar permanentemente es idéntico a las semanas de trabajo que han realizado desde casa durante el confinamiento. Sin embargo, puedo afirmar rotundamente que el ‘full remote’ no tiene nada que ver con el teletrabajo por obligación.

Teletrabajo por decisión propia: la libertad absoluta

Empecemos por el principio. Hace tres años, cuando empecé a trabajar en mi empresa actual, no tenía ganas de vivir en la capital, donde mi profesión es más común. Cuando propuse a mi compañía la idea de realizar mis tareas 100% a distancia para poder marcharme, aceptaron mi solicitud. Sin embargo, no creían que nuestro acuerdo funcionase. Cuatro años más tarde, yo sigo aquí y ellos allí. Más allá del deseo de trabajar en un entorno idílico, quería que mi trabajo fuera juzgado por sus resultados y no por el tiempo que dedicaba a cada tarea. No entiendo el presentismo. En mi opinión, debería poder tener la libertad de organizar mi propio tiempo, sin tener que estar sentado frente al ordenador de 9 a 18h. Y aunque en general adopto un horario de trabajo tradicional para adaptarme a mis compañeros, he confirmado que el teletrabajo de verdad me permite ganar más tiempo en mi día a día. Por ejemplo, puedo hacer pausas un poco más largas en función de mi carga laboral, hacer otras cosas desde casa al mismo tiempo que trabajo, etc.

¿Necesitas ir a una oficina de Correos? ¿Poner una lavadora? ¿Recibir un paquete? Cuando trabajas desde casa, puedes hacer todo esto y más. Ahora que he tenido esta experiencia, sería un horror no poder tener la misma libertad en el futuro. Para mí, este modo de trabajar se convertirá en la nueva norma. En circunstancias normales, se trata de un equilibrio que ofrece muchas ventajas. La mejor parte es que esta libertad para llevar a cabo el teletrabajo incluso se ha extendido al resto de mi equipo, y ahora los demás empleados pueden contar con un “presupuesto para coworking” si así lo desean. Ni siquiera necesitan tener una razón especial para hacerlo: puede ser simplemente para cambiar de entorno, trabajar más cerca de casa, etc. Me parece maravilloso, porque de verdad creo en esta elección profesional y social. Me gusta poder trabajar de este modo y defenderlo, sobre todo haciendo presentaciones sobre el tema en Biarritz. Dentro de mi compañía, los otros trabajadores en full remote y yo estamos desarrollando un taller titulado “Cómo gestionar el teletrabajo 100%”. En mi opinión, es más que necesario comunicarse con transparencia sobre esta cuestión para enseñar a los demás a gestionar de manera adecuada esta nueva modalidad.

Inconvenientes

El temor y la falta de preparación

A pesar de todo, durante el confinamiento no llevé muy bien el full remote. La principal dificultad durante esta situación fuera de lo común fue que el 90% de mis compañeros nunca habían teletrabajado. Al principio, me decían: “Seguramente estás muy contento, debe ser más fácil ahora que todos están en tu mismo caso”. Al final, terminé teniendo reuniones la mayor parte del tiempo con 90 personas que no tenían ni idea de cómo trabajar a distancia. De hecho, para muchos, encontrar la motivación para trabajar desde casa no fue un proceso automático. Además, puede ser difícil tener una comunicación efectiva si todo es por escrito. Después, muchos de mis compañeros se marcharon para confinarse lejos de las grandes ciudades y me di cuenta de que existía una auténtica falta de preparación en cuanto a las condiciones materiales de trabajo (por ejemplo, una mala conexión a internet), más allá de las condiciones psicológicas. Pasaron varias semanas antes de que todos se adaptaran de forma más o menos adecuada.

“Me di cuenta de que existía una auténtica falta de preparación en cuanto a las condiciones materiales de trabajo (por ejemplo, una mala conexión a internet), más allá de las condiciones psicológicas”

La falta de equilibrio entre vida profesional y personal

El contexto causaba mucha ansiedad, sobre todo a aquellos que no habían elegido libremente el teletrabajo 100%. Por ejemplo, algunos empleados tenían una doble responsabilidad: profesional y parental. Ése es uno de los problemas que la mayoría de las personas no habría tenido que afrontar al hacer full remote en circunstancias normales. En cuanto a mí, antes de la crisis de la Covid-19, ya me costaba separar lo profesional de lo personal, algo que durante el confinamiento se volvió aún más difícil. Mis compañeros y yo organizábamos nuestra vida en torno a las horas que pasábamos frente al ordenador.

Se volvió realmente difícil tener un día a día saludable, a pesar de que esto es precisamente lo que buscas cuando tomas la decisión de trabajar a distancia en un contexto normal. Ni siquiera podía utilizar el espacio de coworking para establecer límites entre mi vida profesional y personal. Además, estaba confinado con mi pareja y ambos sentíamos que no teníamos espacio suficiente para trabajar con calma, sobre todo cuando debíamos hacer llamadas. Era como invadir el espacio personal del otro con nuestra vida profesional.

La soledad fue otro problema para muchas personas, mientras que cuando haces teletrabajo 100% y no estás confinado, basta con organizarse un poco para mantener el contacto social: puedes conocer a otros teletrabajadores o autónomos, reunirte con tus amigos, etc.

Elegir es poder prepararse

La diferencia entre trabajar a distancia en circunstancias normales y hacer teletrabajo en tiempos de crisis es que, en el primer caso, puedes elegirlo por ti mismo y organizarte en consecuencia, mientras que en el segundo, se trata de un cambio repentino que puede resultar realmente difícil para muchas personas.

En condiciones ideales, los empleados toman la decisión de trabajar en full remote y cuentan con el apoyo de la empresa para llevarlo a cabo. En este caso, es esencial que la compañía conozca cómo funciona el teletrabajo para organizarse de manera adecuada. Por ejemplo, en mi empresa, algunos de nosotros estamos acostumbrados a las reuniones a distancia y también solemos comunicarnos en interno por escrito utilizando herramientas como Slack (un servicio de mensajería instantánea profesional). Esto nos ayuda a mantener el contacto, pues también lo utilizamos para conversaciones informales.

Por el contrario, muchas otras compañías nunca se han servido de herramientas de este tipo, sino que se limitan a los correos y las llamadas. A mi modo de ver, no estaban listas para pasar al teletrabajo 100%. No tenían los conocimientos necesarios sobre el trabajo a distancia ni las herramientas digitales que pueden contribuir a su buen funcionamiento. Para mí, no siempre ha sido tarea sencilla trabajar de este modo, a pesar de que mi compañía tiene una cultura empresarial bastante abierta respecto al teletrabajo.

Si se trata de una decisión personal y no de un cambio impuesto, antes de adoptar esta modalidad, es necesario que te prepares tanto psicológica como materialmente y reflexiones sobre las razones por las que deseas trabajar a distancia, cómo lo harás, dónde, cuándo, etc. Tuve que hacerme las siguientes preguntas: ¿Sabré cómo organizarme? ¿Voy a echar de menos a mis compañeros? ¿Soy capaz de imponerme una disciplina? Antes del confinamiento, nadie tuvo la ocasión de preguntarse lo mismo porque nos pilló a todos por sorpresa. Pero si deseas teletrabajar de manera definitiva, debes encontrar las respuestas para que todo vaya sobre ruedas.

“En primer lugar, es necesario que reflexiones sobre las razones por las que deseas trabajar a distancia, cómo lo harás, dónde, cuándo, etc.”

Paradójicamente, me sorprende ver cuántas personas han tomado conciencia. Cada vez más empleados han podido entender mi punto de vista y darse cuenta de las ventajas del teletrabajo. A pesar de este contexto fuera de lo común, el confinamiento ha permitido que muchas empresas avancen, incluso aquellas que no confiaban en esta modalidad. Así pues, a pesar de los obstáculos iniciales, hay muchas ventajas y la experiencia ha resultado ser positiva en su conjunto para muchas personas. Por otra parte, no tenemos por qué tirar a la basura todas las lecciones aprendidas durante el confinamiento. Por ejemplo, hubo ocasiones en las que me sentí menos aislado que de costumbre, como durante los afterworks por Zoom. Por ello, creo que deberíamos mantener este tipo de actividades, sobre todo para aquellas personas que suelen trabajar a distancia.

Tanto si tu experiencia de teletrabajo por obligación fue positiva como negativa, sería un error idealizar o rechazar el full remote, que es algo completamente diferente. Por lo tanto, si deseas adoptar este modo de trabajo, es importante que te asegures de que se trata de una alternativa conveniente para ti, siendo consciente de las diferencias respecto a tu día a día como trabajador confinado y preparándote con la ayuda de tu empresa.

Traducido por Andreína Gil

Foto de WTTJ

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