Para qué sirven las preguntas insólitas que pueden aparecer en la entrevista

10 mar 2021

5 min

Para qué sirven las preguntas insólitas que pueden aparecer en la entrevista
autor
Juanjo Villalba

Periodista

Si pudieras ir a comer con cualquier personaje histórico, ¿a quién elegirías? ¿Qué harías si ganaras la lotería? Si estuvieras en mi lugar, ¿qué me preguntarías? ¿Qué harías si estuvieras encerrado en un piano? Dibújame la casa de mis sueños.

¿Reconoces alguna de estas preguntas? Si alguna vez te las han hecho durante una entrevista de trabajo, es posible que, al menos durante unos segundos, te hayas quedado completamente paralizado. Es normal. Es imposible prepararse para preguntas de este tipo, pero tampoco debes obsesionarte. La persona que te está entrevistando no tiene nada en tu contra, solo está intentando averiguar cosas de ti que normalmente no dejas entrever, y menos en el singular y breve escenario de una entrevista de trabajo. Básicamente, lo que busca el entrevistador es conocer aspectos que no son tan fáciles de detectar con las preguntas habituales. Consultamos a dos profesionales de Recursos Humanos para averiguar por qué te hacen ese tipo de preguntas sin relación aparente con el puesto de trabajo al que estás aspirando y cuál es la mejor manera de responderlas.

¿Qué quiere de ti el entrevistador?

Poner a prueba tus soft skills

“Las soft skills son aquellas habilidades que tiene la persona al margen de su formación o experiencia”, recuerda Silvia Martín, directora de Recursos Humanos. “En el mercado laboral actual, donde la competencia es tan elevada, el elemento diferenciador suele estar en este punto. Las habilidades de una persona no son mejores ni peores que las de otra, pero tienen que encajar con el puesto que se pretende cubrir”.

Es posible, por ejemplo, que el equipo de ingenieros de una empresa esté formado por personas muy alegres y extrovertidas. En ese caso, quizá un ingeniero muy introvertido no será la mejor opción para incorporarse a él. Por eso es muy posible que a lo largo de la entrevista se realice alguna pregunta para indagar en ese aspecto del carácter.

“¿Qué tal trabajas en equipo? ¿Cómo trabajas bajo presión? ¿Qué valoras en un superior?” son algunas de las preguntas que propone Esther Pardo, que trabaja en el departamento de Recursos Humanos en la empresa tecnológica Beabloo. “Lo que yo suelo hacer es pedirle al entrevistado que me cuente una situación concreta que haya ocurrido en su trabajo y le pregunto detalles sobre cómo se desarrolló, como por ejemplo, cuántas personas estaban implicadas, cómo se sintió, qué aprendió…” explica Esther. “De esa forma veo realmente cómo ha afrontado experiencias reales, y la manera de contarlo también dice mucho de la persona”.

En este sentido, Martín coincide: “Lo mejor en mi opinión para descubrir las soft skills de un candidato es ponerlo a prueba con situaciones que podrían surgir en la empresa. (…) se plantea un conflicto entre el cumplimiento de las buenas prácticas y un supuesto compañerismo. La respuesta de la persona nos dirá mucho sobre ella misma”.

Conocer tu personalidad

Preguntas como “¿Te gusta trabajar en equipo? ¿Qué has aprendido de tus compañeros? ¿Y de tus jefes?” son habituales en una entrevista y van dirigidas a descubrir tu personalidad. Pero también puedes encontrarte con preguntas menos habituales, como “Si un genio te concediera tres deseos, ¿cómo los usarías para mejorar el mundo?” o “¿Con qué animal te sientes más identificado los lunes por la mañana?”.

“En este tipo de preguntas”, afirma Pardo, “hay que responder de una forma sincera, pero siempre intentando proyectar proactividad, ganas de trabajar en equipo, positividad, un carácter resolutivo… Lo más importante de todo es que nuestra personalidad tiene que encajar en la cultura de la empresa, así que es buena idea investigar en lo posible cómo es esa cultura. No se trata de mentir, sino de resaltar en nuestras respuestas aquello que sepamos que va a jugar en nuestro favor”, aconseja la experta.

“Aparte de las respuestas, yo me fijo mucho en el lenguaje no verbal”, añade. “Hay personas que que están cruzadas de brazos, o tirados en la silla, o no te miran a los ojos… Esto dice mucho de cómo son”.

Desestabilizarte

Las profesionales a las que hemos consultado no son partidarias de este tipo de preguntas. Ambas consideran que la persona entrevistada se enfrenta ya a un momento complicado, como para someterla a más presión. Por lo general no es necesario poner a la persona en una situación de estrés, ¡porque ya lo está!

“Es cierto que, en determinados momentos, la propia conversación con la persona te puede llevar a una pregunta de este tipo”, confiesa Martín. “En alguna entrevista le he preguntado al candidato cosas como ¿Aguantarás más de un año en este puesto o querrás progresar nada más entrar? ¿Cuál es el mayor error que has cometido a nivel profesional y que hiciste para enmendarlo? ¿Crees que te deberían haber despedido por ello?”. Silvia reconoce que ante estas preguntas no existe una respuesta ideal y añade que, como el candidato no sabe la intención con la que le hacen la pregunta, nunca sabe qué respuesta debería dar. “Lo importante es no hablar mal de las compañías en las que has estado antes, independientemente del trato que hayas recibido”, aconseja.

“Hay personas que son más propensas a encontrarse con preguntas complicadas, por ejemplo, gente que ha tenido varias experiencias de trabajo de solo unos meses cada una”, asegura Esther Pardo. Si tienes un perfil atípico o multidisciplinar, si has encadenado varios trabajos de corta duración o si has estado durante un largo periodo en situación de desempleo, es muy posible que el entrevistador te pregunte por ello. Que no te pille desprevenido.

Alerta: qué tipo de preguntas nunca nos deberían hacer

“Nunca se deberían hacer preguntas sobre temas personales”, afirma Silvia Martín. Aunque muchos hemos oído (o vivido) situaciones en las que el entrevistador nos pregunta sobre algún aspecto de nuestra vida privada, debes saber que, según la legislación española, cualquier pregunta que traspase al ámbito de lo privado y lo personal es ilegal. “¿Tienes pareja? o ¿Tienes pensado quedarte embarazada? son preguntas que se hacen en las entrevistas muchas veces y que están totalmente fuera de lugar”, añade la experta. Lo mismo sucede con aquellas preguntas que puedan establecer un sesgo entre candidatos (edad, estado civil, orientación sexual, nacionalidad, afiliación política…).

Ante una pregunta de este tipo, estás en tu derecho de no contestar, aunque también puedes pedirle al entrevistador que te explique por qué conocer esos detalles podría ser útiles o repercutir en tu trabajo. Pero, aparte de no contestar, Esther Pardo aconseja que, si te hacen alguna de estas preguntas, reflexiones sobre si realmente ese es el tipo de compañía en el que quieres trabajar.

No hay respuesta correcta

Ante una pregunta insólita a la que a priori no eres capaz de encontrar una aplicación para el puesto de trabajo al que te presentas, las expertas aseguran que lo importante “no es la respuesta, sino tu reacción”. “Lo ideal es darle la vuelta a la pregunta, tener una actitud positiva, evitar quedarte en blanco, pedir que te la reformulen… Debes esquivar el momento incómodo y ser honesto”, aconseja Pardo.

No hay una fórmula mágica para una entrevista de trabajo, más allá de la honestidad y la buena actitud. “Las empresas buscan, por lo general, personas resolutivas y con capacidad de dar respuesta a los problemas del día a día”, recuerda Silvia Martín, además de personas que vayan a encajar en su cultura y con el resto de los equipos. Por lo que si finalmente no eres el elegido para el puesto, piensa que aunque quizás fueras un buen candidato para el puesto, es probable que el ambiente o la cultura de la empresa no habría encajado contigo.

Foto de WTTJ

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