Cómo seguir mejorando tu CV aunque se hayan cancelado tus prácticas

18 jun 2020

5 min

Cómo seguir mejorando tu CV aunque se hayan cancelado tus prácticas
autor
Núria López

Periodista freelance

Steven Spielberg comenzó haciendo prácticas en Universal Studios. Se las ingenió para colarse en el estudio de grabación y entrar en contacto con algunos directores. Logró incluso que una de sus piezas llegara a los ejecutivos de la compañía. Y el resto ya es historia del cine. Aunque podamos considerar esta historia como anecdótica, lo cierto es que las prácticas están diseñadas para proporcionarte una primera experiencia profesional y funcionar como pasarela entre el mundo educativo y el laboral. Pero esta opción parece haberse evaporado de golpe para muchos estudiantes, que han visto cómo sus prácticas se cancelaban como consecuencia de la crisis sanitaria. Si ese es tu caso, lejos de desanimarte, aún puedes aprovechar ese tiempo que habías reservado para las prácticas. Hemos hablado con tres estudiantes para conocer cómo están reconstruyendo esta etapa e incluso cómo, ante la falta de oportunidades, son ellos mismos quienes las están creando.

No lo des todo por perdido

Puede que tus prácticas se hayan cancelado, pero eso no significa que sea algo definitivo y no puedas retomarlas más adelante. No obstante, la mejor opción es seguir avanzando: proactividad para combatir la incertidumbre.

Es una actitud con la que Txell, de 22 años y estudiante de una doble titulación en Magisterio Infantil y Primaria en la Universitat de Girona, se siente identificada. Después de un mes y medio realizando sus prácticas en una escuela de infantil, al decretarse el estado de alarma fueron automáticamente canceladas. Sin embargo, recientemente ha podido retomar el contacto con sus alumnos a distancia. “Ahora doy clases particulares siguiendo el horario escolar”, explica. Su papel como maestra ha sido especialmente relevante en este contexto para los niños, que además ya la conocen, pero también para los padres, muchos de los cuales han tenido que trabajar estos meses desde casa: “Antes les daba clases solo por las tardes, pero ahora los padres han preferido que las haga durante todo el día. Así los niños no pierden el ritmo”. De esta forma, Txell también ha podido llenar esas horas que debería haber dedicado a las prácticas. Y no solo eso, sino que las ha convertido en un trabajo a tiempo completo, y sigue desarrollando un papel esencial para sus alumnos.

A María, de 26 años, también vio sus prácticas del máster de Farmacia Industrial y Galénica que está cursando anuladas, en su caso apenas tres días antes de empezar. Le preocupaba que la cancelación de las prácticas desencajara su año académico, que afectara a su currículum y que la empresa cambiase de opinión más adelante y comenzar de nuevo el proceso de selección sin tenerla en cuenta. Sin embargo, cuando la opción de hacer las prácticas empezaba a quedar ya lejos, en mayo la empresa volvió a contactar con ella para plantearle la opción de realizarlas en remoto. Y aunque admite que dudó sobre el hecho de tener que aprender de manera telemática y trabajar con un equipo al que no iba a ver en su día a día, decidió que tal vez podría ser una buena opción. “Llevo sólo un par de semanas, pero hemos demostrado que la comunicación es fluida, estoy en contacto con todos los miembros del equipo y la verdad es que ahora tengo la oportunidad de aprender, optimizar mi tiempo, no tener que invertir en desplazamientos y trabajar con menos presión”.

Sigue trabajando en tu currículum

Formación presencial u online

Una de las opciones a la que puedes recurrir para poder seguir avanzando es la formación. Continuar mejorando tu perfil con el aprendizaje de nuevos idiomas, el manejo de nuevas herramientas o una especialización en alguna área profesional por la que te sientas atraído, puede ser una buena elección. Pero antes de dejarte llevar por la necesidad de convertir ese tiempo de incertidumbre en tiempo útil, asegúrate de elegir una formación online que realmente necesitas o te apetece.

Voluntariado

El trabajo comunitario puede aportarte una experiencia relevante en relación al sector en el que trabajas. O incluso también puedes ser voluntario en otras áreas que no sean las de tu especialidad, que te aportará una experiencia de valor a nivel personal, además de laboral. Especialmente en contextos como el que nos ha tocado vivir, el voluntariado es probablemente uno de los terrenos idóneos para poner en práctica valores tan importantes como la solidaridad y la empatía.

Por ejemplo, puedes realizar voluntariado de tu comunidad autónoma, unirte a los European Solidarity Corps (a nivel europeo) o presentarte para colaborar con alguna ONG local que esté ayudando a repartir comida o a reducir desigualdades. Si esta opción te llama la atención, seguro que puedes encontrar decenas de opciones en tu ciudad o región.

Pequeños trabajos o trabajos de verano

Que no puedas realizar prácticas no significa que no puedas buscar algún otro trabajo. Por ejemplo, puedes optar por ocupaciones de verano que te permitan mejorar algunas de tus competencias, adquirir nuevas soft skills o desarrollar las que ya tenías. Incluso puedes valorar la opción de convertir algunos de tus trabajos actuales a tiempo parcial en trabajos a tiempo completo. Esto no solo te facilitará llenar ese tiempo que habías reservado para las prácticas, sino que también te permitirá seguir aprendiendo.

Así lo hizo María, que tras anularse sus prácticas de su máster optó por proponer una ampliación de su jornada laboral en la farmacia donde trabaja. Esto, además, le permitió vivir el confinamiento desde otra perspectiva, pudiendo desarrollar un rol clave como farmacéutica en un contexto de crisis sanitaria.

Crear nuevas oportunidades

Hay situaciones que agudizan la creatividad y el ingenio, como es el caso de Kike E., psicólogo de 27 años. La cancelación de sus prácticas ha supuesto el inicio de nuevas oportunidades. Estaba estudiando un máster en Orientación Educativa en la Universidad del País Vasco, con vistas a poder ejercer de orientador educativo para alumnos que cursan la ESO o Bachillerato. Él también pudo iniciar sus prácticas, pero duraron tan solo cuatro días: “El viernes 13 de marzo ya no había alumnado en el centro y únicamente quedamos el profesorado y los alumnos que estábamos de prácticas”. Así que esa misma tarde se fue a casa. “No pude hacer esas prácticas, pero pude mantener el contacto con el departamento y les hice una propuesta sobre un proyecto para fomentar la inclusión de la diversidad en el colegio”, explica.

Además, ha dedicado parte de su tiempo a desarrollar proyectos personales. “Una de las cosas más gratificantes que he hecho ha sido preparar directos en Instagram sobre temas de psicología”. Kike adaptó esas charlas a un formato entrevista con diferentes personas para hablar sobre distintas realidades (sobrepeso, relación con la comida, homosexualidad, etc.). “El objetivo ha sido hablar de la diversidad con personas reales, sobre temas actuales. Y el feedback ha sido muy positivo, incluso hay quienes me han escrito compartiendo sus historias personales”. A partir de aquí, Kike cuenta que han surgido otras opciones de colaboración que no se esperaba: “Me contactaron desde la televisión autonómica del País Vasco (ETB), para proponerme formar parte de un programa”. Y aunque todavía no se ha cerrado la propuesta, “el solo hecho de que se fijaran en mí y me ofrecieran esta oportunidad ya me hizo ilusión”, confiesa. Además, gracias a la visibilidad que le proporcionaron sus entrevistas en directo en Instagram, en unos días comenzará a trabajar en un centro de nutrición de San Sebastián como psicólogo: “Uno de los temas de los que hablamos fue de la imagen, el sobrepeso y la relación con la comida. Lo vieron, y les gustó”.

¿Y si optas por no hacer nada de lo anterior y aprovechas para descansar?

No hay que olvidar que, para muchos, digerir este parón ha supuesto un esfuerzo titánico. ¿Por qué ha sido (y sigue siendo) tan difícil? Tal vez por el empeño en convertir este tiempo en algo productivo, sin tener en cuenta las necesidades reales acorde a tu situación personal. Así qué, ¿por qué no te planteas escapar de la rueda de la productividad por un momento? Puede que amainar ese ritmo frenético que llevabas hasta ahora sea de las cosas más productivas que hayas hecho en años, aunque suene contradictorio. Así que, pese a todo lo bueno que pueda aportarte mantenerte activo, si lo que verdaderamente necesitas es un respiro, no dejes que los remordimientos te impidan tomártelo. A veces es necesario disfrutar de una pausa para volver renovado y con más fuerzas.

Foto de WTTJ

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