Por qué (y cómo) mostrar desacuerdo durante una entrevista

26 mai 2021

5min

Por qué (y cómo) mostrar desacuerdo durante una entrevista
auteur.e
Cristina Fernández

Periodista Freelance

En una entrevista de trabajo quieres demostrar que cuentas con las habilidades que te convierten en el candidato ideal para ser contratado. Te estás vendiendo, mostrando tu mejor yo. Pero, ¿qué pasa si el entrevistador comenta algo con lo que no estás conforme? ¿Debes contradecirle y hacerle ver que tienes un punto de vista totalmente diferente? Mostrar desacuerdo en una entrevista de trabajo parece un gesto peligroso que podría presentarte como una persona conflictiva y restar puntos a tu candidatura. Pero recuerda que una entrevista es un diálogo entre dos partes, sobre todo si aspiras a encontrar un trabajo que realmente encaje contigo. Dos expertas en Recursos Humanos nos cuentan cómo expresar discrepancia para que no solo no te reste puntos, sino que incluso impulse tu candidatura.

Por qué es importante expresar tu opinión

Tendemos a pensar que en una entrevista la empresa es la que tiene el poder, y que por tanto, como candidato o candidata tenemos que tragarnos todo lo que nos ponen encima de la mesa. A menudo pensamos que mostrar un punto de vista distinto al del entrevistador hará que seamos vistos como futuros empleados conflictivos, y que nos descarten del proceso de selección.

Lo cierto es que si aspiramos a un entorno laboral más justo y equitativo, las entrevistas laborales deben hacerse en condiciones de igualdad para empresa y candidato. El enfoque, por tanto, debería ser el de intercambio de información para que las dos partes puedan valorar si encajan y tiene pues sentido poder mostrar tu opinión, aunque esta a veces sea contraria a la de la empresa.

Una forma de resaltar tus habilidades

Mostrar disconformidad durante la entrevista de trabajo puede ser una manera eficaz de demostrar que tienes habilidades muy demandadas por las empresas. Y es que tener una opinión, argumentar ideas distintas y llevar a cabo una “discusión” saludable sobre algún aspecto concreto puede hacer que se te vea como un empleado “dialogante, flexible, capaz de ver otros puntos de vista, y de dar y recibir feedback”, asegura Raquel Amorós, especialista en adquisición de talento.

Isabel Iglesias, especialista en Recursos Humanos y marca empleadora, coincide en que “el entrevistador puede verlo de forma positiva”, ya que al fin y al cabo “denota que como candidato tienes las ideas claras y demuestra habilidades de comunicación, negociación y reflexión que después puedes poner en práctica en tu entorno de trabajo”.

Descubrir la cultura de empresa

Plantear un desacuerdo durante una entrevista de trabajo puede ayudarte a entender cómo funciona la empresa. “Por ejemplo, si en un momento planteas que no estás de acuerdo con algo de una forma adecuada y el feedback que recibes no es positivo, eso ya te estará diciendo que posiblemente no sea una empresa con una cultura muy receptiva a las opiniones diversas”, considera Iglesias.

Mostrarte deshonesto contigo mismo para no contradecir a tu interlocutor puede hacer que después termines en un entorno laboral que no encaje con tus valores o que aceptes unas condiciones que no te interesen y, antes o después, te hagan querer dejar tu puesto.

Cómo expresar desacuerdo sin asustar a tu interlocutor

Sacar partido a mostrar una opinión contraria a la de tu interlocutor es posible si lo haces de la manera adecuada, y así evitar generar conflicto o llevar al reclutador a adoptar una postura defensiva, lo que claramente jugará en tu contra. Las expertas consultadas nos ofrecen algunas recomendaciones:

1. Conoce de antemano si la empresa está abierta al diálogo

Antes de mostrarte en desacuerdo con tu entrevistador “debes saber con quién te vas a sentar, estudiar bien a la empresa para saber cuáles son sus valores”, puntualiza Amorós. “Si enfrente tienes a una compañía con valores de transparencia y buena comunicación, seguramente no verá mal que el candidato en un momento dado exprese algo que no le gusta del puesto”. Para ello, indaga en su página web, redes sociales o perfiles de empresa en otros lugares.

Si conoces a alguien que trabaje o haya trabajado en la misma compañía, esto también puede ayudar. “Puedes preguntarle cómo es la empresa, cómo es la persona con la que te vas a encontrar, si cree que en la entrevista puedes mostrar tu punto de vista…”.

2. Entérate de lo que es negociable y lo que no

Si no estás de acuerdo con las condiciones o estas no terminan de cuadrarte, es importante indagar si estas son totalmente rígidas o si existe margen para la negociación. Por lo que antes de mostrar una postura discordante con algo que no te gusta, es recomendable enterarte.

“Por ejemplo, si no te han dado desde un principio un salario claro, ahí hay negociación”, revela Amorós. En ese caso, hacer una contraoferta no estará mal visto, mientras que si te dicen “esto es lo que hay y no se puede tocar nada”, entonces quizá no te convenga mucho pelearte por ello, simplemente decidir si te compensa o no seguir en el proceso de selección y obtener el trabajo.

3. Utiliza un tono asertivo y plantea tu opinión como un punto de vista más

No es lo mismo decirle al entrevistador, “no me gusta esto que me estás planteando” o “no estoy de acuerdo” de una forma cortante y tajante, que plantear tu opinión con un tono más neutro, recomienda Iglesias. Sea cual sea el punto que quieras discutir, hazlo con asertividad, es decir con un estilo de comunicación que “respete las emociones, sentimientos y puntos de vista de la otra persona, pero que manifieste lo que tú piensas de una forma abierta”, añade.

  • Banco de niebla:
    La técnica de asertividad conocida como “banco de niebla” puede ser una herramienta muy útil en este contexto. Consiste en dar la razón en parte a lo que está diciendo la otra persona, pero aportando después tu punto de vista. “Para pasar de la primera parte a la segunda, en lugar de incluir un “pero”, intenta introducir una ‘y’”. Por ejemplo, una respuesta del tipo: “Sí, entiendo perfectamente lo que me estás diciendo, considero que puede ser interesante y, aunque entiendo tu perspectiva, yo me siento más cómodo con…”.

  • Condicional:
    También puedes plantear tu punto de vista como una sugerencia, como una posibilidad a tener en cuenta, asegura Amorós. Una forma efectiva de hacerlo, según la experta, es construir tu discurso utilizando el modo condicional, con frases del tipo: “¿Cómo verías que…?” “¿Qué os parecería si…?” “Y si mejor…”.

4. Controla tus emociones

Si en la entrevista surge un comentario con el que no estás de acuerdo o te marcan condiciones que no te convencen, es normal que esto te genere una sensación de incomodidad, malestar, o incluso enfado. “Cuando sientes ese tipo de emociones, esto se refleja en la comunicación no verbal y paraverbal, es decir, lo expresas con tu lenguaje corporal y tu tono de voz”, asegura Iglesias. Por lo que es conveniente que logres controlar tus emociones para conseguir que tu estado sea lo “más neutro posible” y no te influya a la hora de responder.

5. Argumenta

Y por supuesto, si quieres mostraste como un candidato dialogante capaz de ver otros puntos de vista, necesitarás saber argumentar tu disconformidad. Así, por ejemplo, si te sorprenden con un sueldo que no es el que te esperabas, puedes conseguir mejores resultados si ofreces motivos que justifiquen tu opinión, recomiendan ambas expertas. Puedes responder algo como “me parece muy bien, pero actualmente mi salario es de 7, así que para plantearme un cambio podríamos hablar a partir de 8; ahora mismo, por mis circunstancias, habilidades y la experiencia que puedo aportar, no puedo aceptar un salario inferior”. Solo tienes que evidenciar los puntos fuertes que como profesional justifican tu desacuerdo con la oferta planteada.

Si después de poner en práctica todos estos consejos, tu capacidad de mostrar una opinión diferente no es bien valorada en una entrevista, este podría ser un claro reflejo de cómo será luego tu entorno de trabajo. Quizá no te compense acudir cada día a un lugar donde la comunicación abierta no se ve de manera positiva. “La decisión final de continuar o no en el proceso es tuya”, recuerda Iglesias. Siempre debes tener en el horizonte que el objetivo es encontrar un lugar de trabajo donde te sientas valorado.

Foto de WTTJ

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