Periodo de prueba: todo lo que necesitas saber
10 sept 2020
5 min
Periodista freelance
Cuando cruzas la puerta de la empresa el primer día, es difícil saber si la relación funcionará. ¿Te integrarás bien en el equipo? ¿Las tareas que te pedirán, se ajustarán a lo que te habían dicho en la entrevista? Precisamente para eso existe el periodo de prueba, un tiempo en el que la empresa puede constatar si el candidato cumple con sus expectativas y en el que este, a su vez, tiene la oportunidad de comprobar si está satisfecho en su nuevo empleo. Una especie de ‘luna de miel’ durante la cual la relación contractual es más fácil de romper. Sin embargo, existen normas para que los periodos de prueba cumplan con su fin y no se usen de manera abusiva. Echemos un vistazo.
Qué es el período de prueba
Se trata de un periodo de tiempo durante el cual tanto la empresa como el trabajador pueden dar por terminado el contrato laboral en cualquier momento. Es decir, no es necesario dar tiempo de preaviso. Además, tampoco hay que ofrecer ninguna causa justificada para hacerlo y la empresa no tiene que pagar ninguna indemnización por despido.
En definitiva, si la cosa no funciona, durante ese tiempo casi podemos borrar las firmas del contrato, por decirlo de alguna manera, y hacer como si no hubiera pasado nada. El objetivo es que las empresas tengan menos miedo a la hora de contratar, y también sirve al trabajador para dar marcha atrás si en los primeros días ve que se ha equivocado con su decisión.
Sin embargo, existen unas reglas claras para esta flexibilidad, para que los periodos de prueba cumplan con su propósito y no vulneren los derechos de los trabajadores.
Estos son los principios generales que rigen los periodos de prueba:
El periodo de prueba no es obligatorio, aunque es bastante común. Tiene que estar especificado en el contrato que firmas, de lo contrario se entenderá que no existe.
Durante esta etapa, tus funciones en el trabajo son las mismas. Tienes los mismos derechos y obligaciones que el resto de trabajadores de la plantilla. Nada cambia, excepto que, como hemos dicho, es más fácil terminar el contrato.
Desde luego, te tienen que pagar los días que trabajes durante el periodo de prueba. Ese tiempo también se acumula como cotizado en la Seguridad Social y cuenta para calcular tu antigüedad en la empresa.
Si ya has trabajado en la misma empresa y desempeñando funciones similares durante un tiempo igual o superior al máximo establecido para el periodo de prueba, no te pueden imponer un periodo de prueba en el nuevo contrato, fuera cual fuera tu contrato anterior, aunque fuese de prácticas.
Cuánto dura el periodo de prueba
El tiempo de duración del periodo de prueba será el que acuerdes con la empresa y quede estipulado en el contrato. Ten en cuenta que, en general, las empresas suelen pedir periodos de prueba más largos a las personas más cualificadas, ya que entienden que necesitan más tiempo para ver si se adaptan a sus expectativas.
Sin embargo, existen topes legales en la duración del periodo de prueba y estos pueden cambiar en función del sector o el lugar donde vayas a trabajar. Por eso es importante consultar el convenio colectivo relevante para tu puesto.
Si en el convenio no se cita el periodo de prueba, entonces este deberá basarse en el Estatuto de los Trabajadores, que en su artículo 14 marca los siguientes límites temporales:
- Para técnicos titulados, un máximo de seis meses. En general, aplicable a cualquier persona a la que contraten para desarrollar un trabajo para el que ha recibido una titulación formal, ya sea universitaria o de Formación Profesional.
- Para el resto, dos meses. Eso sí, si la empresa que te contrata tiene 25 trabajadores o menos, el máximo es de tres meses.
- Para un contrato temporal de hasta seis meses, el periodo de prueba solo puede ser de hasta un mes, salvo que el convenio indique algo distinto.
- Para un contrato de prácticas, no podrá ser superior a un mes si el trabajador posee un título de grado medio o de certificado de profesionalidad de nivel 1 o 2, o a dos meses si se posee un título de grado superior, universitario o un certificado de profesionalidad de nivel 3. Recuerda: si se formaliza tu contrato tras unas prácticas, no está permitido imponer un nuevo periodo de prueba.
- Quizá hayas oído hablar del “contrato de apoyo a emprendedores”, que permitía un tiempo de prueba de un año. Sin embargo, este tipo de contratos fue derogado por el Gobierno en 2018.
Si tu contrato marca un periodo de prueba superior a los que acabamos de exponer y esto no está contemplado en tu convenio, este no será válido. En este caso, si la empresa decide prescindir de ti sin ninguna razón justificada cuando el límite legal del periodo de prueba se haya sobrepasado, tendrá que aplicar las condiciones habituales de un despido improcedente, ponga lo que ponga en tu contrato.
Qué pasa cuando se rompe un contrato durante el periodo de prueba
Ya sea la empresa o el trabajador quien decida dar por terminado el contrato durante el periodo de prueba, las normas generales son las mismas: cualquiera de las dos partes puede decir adiós sin necesidad de dar un tiempo de preaviso, sin necesidad de dar razones ni tener que pagar ninguna indemnización. Eso sí, las consecuencias pueden ser diferentes en función de quién termine el contrato:
Si es la empresa la que te despide
Si bien la empresa no tiene que pagarte una indemnización por despido, sí tiene que abonarte en el finiquito las vacaciones que hayas generado y no hayas disfrutado, además de la parte proporcional de la paga extra.
Los días que hayas trabajado contarán como cotizados y tendrás derecho a cobrar el paro si cumples con las condiciones generales que se aplican a todos los trabajadores, pues se entenderá que te encuentras en lo que se denomina situación legal de desempleo, que hace referencia a perder el empleo de manera involuntaria. Eso sí, ten en cuenta que si decidiste abandonar tu anterior empleo y no han transcurrido al menos tres meses desde la baja voluntaria, no podrás cobrar subsidio de desempleo si la empresa decide poner fin a tu periodo de prueba.
Si eres tú quien decide abandonar
De igual manera que si la empresa te despide, si eres tú quien toma la decisión de marcharse durante el periodo de prueba, tendrás derecho a cobrar las vacaciones no disfrutadas y la parte proporcional de la paga extra.
Sin embargo, debes tener en cuenta que, al haber renunciado a tu empleo de manera voluntaria, no tendrás derecho a paro. Aunque, desde luego, los días que hayas trabajado sí contarán como cotizados y se acumulan para contabilizar si necesitas recurrir al subsidio de desempleo en caso de que encuentres otro empleo y te despidan.
Qué ocurre si necesitas una baja durante el periodo de prueba
Por defecto, si caes enfermo y tienes que recurrir a una baja por enfermedad, o tienes que estar de baja por cualquier otra razón, el periodo de prueba se congela, es decir, el tiempo que no trabajes no contará y el periodo de prueba se alargará la cantidad de días que hayas estado de baja. Así pues, si estás un mes enfermo, tu periodo de prueba durará un mes más.
En concreto, el Estatuto de los Trabajadores prevé que se interrumpa el periodo de prueba en los siguientes casos: incapacidad temporal, nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción, acogimiento, riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia y violencia de género.
Eso sí, una vez más, echa un vistazo a tu convenio laboral, ya que este podría indicar que una baja no congela el periodo de prueba. En ese caso, el texto del convenio prevalece.
Sin embargo, debes tener en cuenta que la empresa puede dar por terminada vuestra relación laboral a la vuelta de tu baja, ya que el empleador no tiene la obligación de ofrecer una razón justificada para terminar un contrato durante el periodo de prueba. Hay una sola excepción a esta regla: si te quedas embarazada no pueden despedirte durante el periodo de prueba, salvo que la empresa pueda justificarlo con motivos que no tengan que ver con tu maternidad.
Con estas reglas en la mano, podrás sacarle el máximo partido al periodo de prueba y evitar que una empresa abuse de él. Y así disfrutar de tu “luna de miel” laboral con total seguridad.
Foto de WTTJ
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