Todo lo que te interesa saber antes de firmar tu primer contrato

18 feb 2020

5 min

Todo lo que te interesa saber antes de firmar tu primer contrato

Tu diploma está recién salido del horno y eres nuevo en el mercado laboral. Esta vez es de verdad, después de unas cuantas entrevistas, por fin has conseguido tu primer trabajo. Entusiasmado, enseguida lo aceptas. Pero cuidado, aunque te honre saber que quieren que formes parte de su equipo, no por ello debes firmar con los ojos cerrados. Antes de dar el paso, lee los siguientes consejos y descifra la letra pequeña del contrato para saber a qué te comprometes.

¿Para quién vas a trabajar y qué espera de ti?

¿Quién es tu futuro mánager? Seguramente le conociste durante el proceso de selección pero, antes de aceptar, es importante que sepas para quién vas a trabajar, o más bien con quién. Seguramente, el nombre de tu futuro jefe aparezca en el contrato de trabajo, pues tendrás que rendirle cuentas; él juzgará la calidad de tus tareas, y será quien te haga, por ejemplo, la entrevista de evaluación anual. Por todo ello, es fundamental que tengas buen feeling antes de ponerte a trabajar con él.

Tu misión, o los detalles de lo que esperan de ti, deben quedar claros. Tus obligaciones seguramente aparezcan descritas en el contrato, especialmente si se trata de uno temporal. Si lo crees necesario, no dudes en pedir más detalles. Puedes preguntar, por ejemplo, cuáles serán los primeros retos a los que tendrás que enfrentarte cuando formes parte de la empresa.

Para poder proyectarte más a largo plazo, puedes informarte sobre cómo funciona la empresa, qué valores defiende y qué perspectivas de futuro puede ofrecerte. Toda esta información te ayudará a tomar una decisión. Antes de dar una respuesta definitiva, tantea el terreno, por ejemplo, hablando con algún empleado de la empresa o con tus futuros compañeros.

Salario bruto y neto: ¿cuánto llegará a tu bolsillo?

El salario suele ser el primer elemento que debemos negociar con una empresa cuando ésta quiere contratarnos. Por ello, es importante hablar de lo mismo. ¿Tú calculas en neto mensual y la empresa en bruto anual? Haz el cómputo (bruto vs. neto), trata de entenderlo bien y asegúrate de cuánto te ingresarán en la cuenta a final de mes. Las empresas casi siempre piensan en bruto, por lo que te aconsejamos que hables su mismo idioma.

Incentivos y variables: si te hablan de bonos o primas, ten en cuenta que no tienen por qué aparecer detallados en el contrato, especialmente si se trata de primas excepcionales o anuales. Estos temas se tratan, sobre todo, en las entrevistas de evaluación anuales (o semianuales), pero tampoco está prohibido hacer preguntas.Infórmate sobre la manera en que se calculan las variables para evitar los sustos. Ya solo te queda confiar, trabajar a destajo para alcanzar tus objetivos, y cruzar los dedos para que el dinero esté en tu cuenta a final de mes.

¿Y las pagas extra? Las pagas extraordinarias son primas que suelen ingresarse a final de año y equivalen a un mes de sueldo. No son obligatorias, sino que dependen de las empresas y de los convenios colectivos. Sin embargo, aunque puedan parecer una gran ventaja, ten mucho cuidado, algunas empresas proponen una remuneración anual dividida en 13 pagas pero, en realidad, la extra es una manera de reajustar las pequeñas mensualidades del resto de los meses del año. No tiene por qué ser un chollo, ¡a no ser que te venga bien obligarte a ahorrar y utilizar el 13º mes para pagar las deudas!

Plan de participación en los beneficios. Este tipo de planes solo se instauran en empresas de cierto tamaño. Se trata de una manera muy simple de que los empleados compartan colectivamente los éxitos y las ganancias que la compañía realiza cada año. Si se consiguen buenos resultados, lo justo es que todos saquen provecho de ello.

¿Y si te ofrecen acciones? Estos elementos pueden formar parte de la remuneración cuando uno trabaja en una startup. Cuando una pequeña empresa está empezando, puede proponerte que te intereses en su capital. De esta manera compensa el salario que no puede ofrecerte y trata de fidelizarte. Sin embargo, las acciones no forman parte del salario, sino que están sometidas a un calendario de adquisición específico de varios años. Se trata de una ventaja que puede resultar interesante, aunque a largo plazo.

¿A qué te comprometes cuando firmas? Derechos y deberes

Un contrato de trabajo es un acta jurídica, por lo que no has de tomarlo a la ligera. Cada empresa pertenece a una especialidad laboral, regida por un convenio colectivo, además de estar sometida, como todas las demás, al Código Laboral. A menudo son los convenios colectivos los que definen la duración de los periodos de prueba en el caso de los contratos temporales, así como los días de vacaciones. No dudes en pedir información sobre el convenio en vigor de la empresa.

¿Cuánto durará tu periodo de prueba? ¿Con cuántos meses de antelación tendrías que avisar si decides irte? Todos estos elementos aparecen detallados en el convenio, y también quedarán escritos en tu contrato. En el caso de los directivos, los preavisos y periodos de prueba son más largos. Los horarios de trabajo también dependen del estatus y aparecen detallados en el contrato. Cuando se trata de un contrato temporal, el periodo de prueba debe ser proporcional a la duración del contrato. Además, el trabajador tiene derecho a romper el contrato si le proponen un contrato indefinido con el que pueda comprometerse más a largo plazo.

¿Y las vacaciones? Hablar de vacaciones antes de que te contraten no es muy estratégico y te arriesgas a pasar por un vago. Es más, si no te atreviste a sacar el tema en la entrevista, seguramente hiciste bien. Hablar de vacaciones antes de que te contraten no es muy estratégico y te arriesgas a pasar por un vago. Sin embargo, tienes derecho a conocer cuándo y cuántos serán tus días libres.

De manera general, las vacaciones pagadas en España son las mismas para todos: 30 días naturales. Sin embargo, algunos sectores laborales o empresas ofrecen mejores condiciones, proponiendo días de reposo suplementarios o compensatorios, horarios especiales, etc. Por último, cabe mencionar que suelen ser los convenios colectivos los que dictan las reglas relacionadas con los días de vacaciones más “excepcionales”, como cuando un trabajador se casa, tiene un hijo, pierde a un familiar, etc.

Otros beneficios que pueden marcar la diferencia

Las ventajas sociales pueden compensar un salario por debajo de tus expectativas. Algunos beneficios pueden ser muy ventajosos, y no tienen por qué aparecer en el contrato. Pueden ofrecerte, por ejemplo, un buen seguro médico y o una parte de lo que te cuesta el transporte público.

¿Tendrás un comedor a tu disposición? ¿O cheques restaurante? ¿De qué importe? Puede parecer una tontería pero, si los que te da tu empresa tienen un importe alto, es como si te ingresaran un complemento salarial importante cada mes.

Por otro lado, también pueden ofrecerte otro tipo de ventajas, como material de trabajo (portátil, móvil, coche), café gratis, desayuno, descuentos para el cine o el teatro gracias al comité de empresa, la cuota del gimnasio, etc. Puede ser interesante informarse, pero evita ser quisquilloso y hacer demasiadas preguntas sobre los detalles, porque pueden pensar que lo que te interesa, no es el puesto de trabajo en sí.

Ahora que lo tienes todo controlado, solo te queda firmar. Y si a pesar de haber tenido en cuenta todos estos aspectos, tu relación con la empresa no funciona, no sufras. Para eso está el periodo de prueba.

Traducido por María Gutiérrez

Foto de WTTJ

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