¿Recién graduado? Cómo paliar la falta de experiencia

18 dic 2019

5 min

¿Recién graduado? Cómo paliar la falta de experiencia

Para el 45,8% de los jóvenes desempleados, la falta de experiencia –que es, por otra parte, algo lógico debido a la edad– supone la principal dificultad a la hora de encontrar trabajo. Por detrás se citan otras causas, como la elevada competencia para un puesto de trabajo (42,4%) o la falta de contactos (28,7%). Pero no nos engañemos: para un joven recién graduado, la búsqueda del primer empleo puede convertirse en un suplicio. ¿Cómo hacer frente a la falta de experiencia?

1. Resalta tus experiencias alternativas

Al terminar tu etapa como estudiante, es muy posible que tu experiencia laboral se limite a voluntariados, prácticas en empresas o algunos pequeños trabajos. La buena noticia es que puedes utilizar estas primeras experiencias y resaltar lo que te han enseñado para apoyar tu candidatura a un primer empleo.

Refléjalas en tu currículum

Para empezar a construir tu currículum sin tener experiencia, la clave está en plasmar cómo tus experiencias alternativas te han aportado habilidades que te serán útiles para el puesto para el que te presentas y te han hecho crecer profesionalmente. Piensa en incluir:

  • Tu experiencia durante tus periodos de prácticas en empresa: en qué compañías realizaste tus prácticas, en qué periodo y cuáles eran tus tareas.

  • Los pequeños trabajos que hayas tenido (por ejemplo, trabajos de verano o como profesor particular), siempre y cuando puedas justificar que te han aportado alguna de las habilidades profesionales que se solicitan para el puesto que buscas.

  • Destaca el trabajo comunitario o voluntariado. Si has trabajado como voluntario en una asociación, indica la importancia que ha tenido para ti el proyecto y qué te ha aportado.

  • Rellena la sección sobre tus habilidades o soft skills: más allá de tu formación académica, tus habilidades personales pueden ayudarte a diferenciarte de otros candidatos. No dudes en mencionar, por ejemplo, tu buena organización o las aptitudes para el trabajo en equipo que adquiriste en ese proyecto de investigación que realizaste con tus compañeros de carrera.

Compleméntalas con tu carta de presentación

Aunque tu currículum puede decir muchas cosas de ti, también puede quedarse corto. ¿Cómo mostrar en tu candidatura tus inquietudes y aspiraciones? Si bien es un recurso que se utiliza cada vez menos para perfiles con mucha experiencia, la carta de presentación puede serte de gran utilidad si tienes un perfil junior: te permitirá expresarte y destacar tu factor diferencial frente a otros candidatos.

Este documento, que entregarás junto con tu CV al presentar tu candidatura, es el lugar ideal el que poner en común tus virtudes en relación al puesto, además de ayudarte a explicar cómo los trabajos que has desempeñado pueden ayudarte en tu nuevo puesto.

2. Ser joven también es un valor

Aunque tendemos a pensar que la juventud y la falta de experiencia son dos obstáculos que hay que superar, lo cierto es que, por el hecho de ser joven, ya cumples con algunos requisitos que son esenciales para muchas empresas en busca de nuevos empleados:

Creatividad

El hecho de que tengas poca experiencia suele significar también que tienes la mente abierta y que te resultará más fácil aportar nuevas ideas y enfoques, lo que es una apuesta segura para muchas empresas. Tener en plantilla a empleados creativos es una virtud que beneficia a cualquier compañía adaptada al actual mercado laboral.

Posibilidad de formarte

No son pocas las compañías que reconocen el valor de poder formar a sus empleados en sus primeras experiencias profesionales: desde las metodologías de trabajo hasta las herramientas utilizadas en el día a día. Esto te permitirá adaptarte a tu nuevo puesto y al trabajo con el resto de los equipos más rápido y, en un futuro, puede que también te facilite poder escalar dentro de la empresa.

Adaptabilidad

Más allá de atraer talento, el reto al que se enfrentan las empresas es que los nuevos empleados se adapten y encuentren su sitio en la empresa. Y esto es algo que precisamente, debido a tu juventud y tu limitada experiencia en otras empresas, puede resultarte más fácil como joven candidato. No solo ayuda a la empresa a mejorar la productividad, sino que también contribuye a crear un buen ambiente de trabajo entre los compañeros.

3. Aprende a tomar la iniciativa y a negociar

Muchos jóvenes graduados lo olvidan, pero el contrato de trabajo también es negociable y flexible. Y aunque algunos temas relacionados con las condiciones de nuestro potencial contrato con la empresa, como el sueldo, la posibilidad de trabajar desde casa, los horarios o incluso las vacaciones o la cobertura de los abonos de transporte, pueden resultar incómodos, es esencial aprender a tratarlos con naturalidad.

Condiciones de tu contrato

Antes de la firma de tu contrato, es vital que te intereses por algunos aspectos relacionados con tus derechos laborales y que te permitirán construir una relación de mayor confianza con la empresa. Esto incluye los elementos siguientes:

  • Funciones. Recuerda que te interesa conocer de antemano las tareas de las que te ocuparás y tus responsabilidades en la empresa y que estas también son negociables.

  • Horarios y teletrabajo. ¿Crees que tu trabajo es apto para establecer horarios flexibles, un horario reducido los viernes por la tarde o una jornada de teletrabajo a la semana? Siempre puedes plantearlo en la entrevista o a tus futuros responsables.

  • Vacaciones. ¿Cuántos días de vacaciones te corresponden en tu contrato? Asegúrate de preguntarlo para poder planificarlas.

  • Movilidad. Algunos trabajos hacen necesario hablar del transporte, ya sea porque la sede o lugar de trabajo se encuentran alejados del núcleo urbano o porque el puesto requiere que te desplaces a otras ciudades. No dudes en comentarlo.

Necesitas sentirte capaz de negociar los entresijos de tu contrato, por lo que no está de más preparar los posibles escenarios. Para orientarte sobre las condiciones más habituales o sobre lo que podría resultarte más interesante solicitar (y cómo hacerlo), puedes preguntar a tu círculo más cercano: antiguos compañeros de clase o amigos que ya se hayan incorporado al mundo laboral, familiares o incluso contactos de LinkedIn que trabajen en la empresa en cuestión.

Sueldo

Lo ideal es que la cuestión del salario se mencione durante las entrevistas (si bien el entrevistador no debe llevarse la impresión de que para ti es una prioridad). Preguntar “¿qué franja salarial tienen en mente para este puesto?” puede ser una manera sutil de averiguar cuánto tiene previsto pagar la empresa por el trabajo. Pero tanto si confirmas esta información durante una entrevista como si la conversación con la empresa se produce cuando te presenten las condiciones de tu contrato, sí es importante que te asegures de aclarar:

  • ¿Se trata de un salario bruto o neto?
  • ¿Hay un salario fijo y una parte variable?
  • ¿El sueldo está repartido en 12 o 13 pagas?
  • ¿Existen bonos o incentivos? ¿Cómo se obtienen?
  • Además de otros aspectos como: ¿Hay seguro médico o vales para comida?

4. Comienza a construir tu red de contactos

En esta primera etapa profesional, es muy posible que tu red de contactos se limite a los contactos de tu etapa estudiantil. Y eso está genial. Confiar en tus compañeros de clase, amigos, tutores de prácticas y antiguos profesores te valdrá como punto de partida de tu trayectoria profesional. Consejos, apoyo mutuo o cartas de recomendación son solo algunas de las herramientas con las que pueden ayudarte tus conocidos en esta etapa.

Si desde un primer momento construyes una red fuerte de perfiles profesionales inquietos y dinámicos que te permitan crecer en tu ámbito y que poco a poco podrás ir desarrollando, el camino de tu futuro profesional será más llevadero.

Como ves, aunque los primeros pasos tras salir de la universidad o la escuela no sean un camino de rosas, es importante recordar que siempre hay una primera vez. En este nuevo capítulo de tu vida, es imprescindible que demuestres a las empresas, con la ayuda de un buen perfil, lo que eres capaz de aportar. Si ya tienes claro en qué tipo de sector quieres desarrollar tu carrera, conseguir un contrato no es misión imposible, ¡pero debes ponerte manos a la obra!

Foto de WTTJ

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