Si no sueñas con ser mánager... ¿qué alternativas tienes?

22 ene 2021

5 min

Si no sueñas con ser mánager... ¿qué alternativas tienes?
autor
Bea González

Periodista

Hasta el 54% de los jóvenes españoles cree que en 10 años ocupará posiciones de alta responsabilidad o trabajará en su propia empresa, según el estudio Future Lab, elaborado por la Fundación CINNED en colaboración con People Excellence. Y, sin embargo, cada vez son más quienes cuestionan el patrón que consiste en ascender y manejar equipos como la evolución lógica de una carrera profesional de éxito. Entre ellos están quienes apuestan por profesiones de nueva creación (hasta un 12%) o quienes eligen ser funcionarios en busca de estabilidad permanente ante un panorama laboral cada vez más inestable. Pero ¿qué sucede con quienes no entran en ninguna de estas categorías? ¿Qué opciones tienen quienes no quieren convertirse en mánagers?

Razones para no querer ser jefe

Alcanzar los objetivos marcados por la dirección, motivar al equipo, realizar tareas administrativas, tener reuniones a todas horas, gestionar tensiones entre trabajadores… Aunque muchos lo duden, no todo el mundo quiere ser jefe. “No todo el mundo es feliz de la misma manera, por lo que lo primero es entender qué te hace feliz y, a partir de ahí, intentar conseguirlo. Llegar a ser mánager o no depende de tus cualidades particulares y del entorno que te encuentras por el camino”, cuenta Adela Martínez, Global Communication Manager del Grupo Equivalenza. Para ella, que sí quería ser jefa, la voluntad es la clave.

Pero en España no todos lo tienen tan claro como Adela. Ya en 2011 la periodista experta en economía Sonia Franco se hacía eco de un estudio de la agencia Randstad que afirmaba que sólo 14 de cada 100 españoles tenían como meta prioritaria conseguir un ascenso. ¿Los motivos? Los trabajadores perciben que cuando hay inestabilidad económica no es un buen momento para ascender, pues consideran que a los directivos se les culpa del mal funcionamiento de las empresas y son quienes tienen que tomar decisiones estresantes como ERTE o despidos.

De hecho, el estudio Randstad World of Work, llevado a cabo tras la crisis de 2008 y basado en encuestas en todos los países donde esta empresa opera, afirmaba que se suponía que todos los empleados aspiraban a convertirse en directivos y a ascender en la escala corporativa… hasta aquel momento. La encuesta citaba varios motivos para rechazar el ascenso, entre ellos:

  • mayor nivel de estrés (82%)
  • manejo de empleados descontentos (74%)
  • mayor trabajo de papeleo (63%)
  • tener que despedir a empleados (63%)

Colaboración por encima de jerarquía

Los trabajadores menores de 40 años representan ya el 60% de la fuerza de trabajo mundial, según un estudio de ManpowerGroup. Para estas jóvenes generaciones, evolucionar profesionalmente ha dejado de asociarse a la jerarquía: aquellos que sí alcanzan posiciones de responsabilidad, perciben la empresa y sus departamentos como espacios de colaboración y no de jerarquía. Por ello, no resulta extraño que la realización en el trabajo provenga de la capacidad para seguir formándose y adquirir nuevas habilidades, de poder disfrutar de una mayor flexibilidad, e incluso de probar suerte en diferentes puestos o diferentes sectores. Un cambio de paradigma económico y laboral que no hace sino reflejar un mercado laboral en permanente transformación.

A esto hay que sumar que, para estos jóvenes trabajadores, la satisfacción en el trabajo no siempre tiene que ver con el título del cargo que ocupan. “Yo prefiero centrarme en los proyectos más que en los títulos. Puedes ser el CEO de un proyecto aburrido y sin grandes expectativas o puedes ser el asistente de un proyecto en plena expansión que te aporta conocimientos y una remuneración mayor de lo esperado. Los aprendizajes de diferentes sectores enriquecen tu pensamiento. Creo que tener una visión global te permite tomar mejores decisiones y obtener ideas o implementar acciones en un determinado sector que nunca antes se hayan llevado a cabo”, reflexiona Adela Martínez.

Alba Reina, una joven psicóloga de 25 años que trabaja con contratos temporales en colegios de áreas con una población en riesgo de exclusión social, lo confirma con su testimonio: “No tengo interés en dirigir un equipo porque me gusta disponer de mi tiempo libre. Para mí, eso es más importante que un buen sueldo. Por eso, acabo de empezar con mi propia clínica: emprender es mi forma de crecer profesionalmente”.

Cómo evolucionar profesionalmente sin necesidad de subir en la jerarquía

1. Convertirte en experto

Hay varias formas de evolucionar y no siempre será dentro de la misma empresa, por ejemplo, especializándote. Cada vez más se buscan servicios donde haya un experto que te asesore en un campo concreto y para ello las empresas suelen recurrir a agencias o consultoras”, opina la experta Adela Martínez. Si no quieres ser jefe, es posible evolucionar en tu carrera con habilidades y un conocimiento a nivel de experto de determinadas herramientas y procesos.

2. Evolucionar dentro de tu empresa

Según Adela Martínez, es importante potenciar las cualidades más destacables de los miembros de un equipo, además de aquellas que más les gustan a ellos, “algo que muchas veces coincide”, asegura. Por ello, si bien no supone acceder a un puesto de mánager como tal, la experta menciona la posibilidad de hacer que los empleados lideren proyectos como forma de evolución profesional. No dudes por tanto en hacer un balance de tus habilidades y estar al tanto de los anuncios que se envían a todos los empleados para cubrir puestos vacantes o de nueva creación.

3. Cambiar de departamento

Otra manera de evolucionar en tu carrera, sin necesidad de ascender en la jerarquía dentro de tu empresa, es cambiar de departamento y utilizar tus habilidades en un nuevo equipo. “Con frecuencia, especialmente cuando empezamos nuestra carrera laboral, desconocemos que existen otros departamentos que pueden sernos interesantes y donde nuestras habilidades y conocimientos pueden ser requeridos”, cuenta Adela Martínez.

4. Lanzarte como freelance o emprender

Para quienes no se plantean ser jefes en absoluto, lanzarse en solitario como trabajador independiente puede ser la solución. “Gestionar el trabajo de otros me parece aburrido, lo que quiero es dedicar mi tiempo a hacer el trabajo yo misma”, dice Alba Reina, que para lanzar su propia clínica está combinando a la vez trabajos a tiempo parcial en colegios con el trato a sus propios pacientes. No descarta que en un futuro su negocio crezca y pueda llegar a contratar a otros empleados. “Quizás descubro que me gusta la gestión y el management, pero eso será más adelante”, reconoce. Si es tu caso y acabas creando tu propia empresa, quizás te interese el modelo que eligen ya muchas startups de nueva creación, en las que se ha optado por sustituir las tradicionales estructuras verticales por otras horizontales donde las redes de trabajo en equipo son protagonistas.

Y si bien convertirse en jefe requiere de una serie de cualidades, también es una capacidad que se adquiere a través de la experiencia. El miedo a no estar a la altura puede ser el principal obstáculo para no querer evolucionar en la jerarquía y no la conclusión de una reflexión realista. Por eso, si tienes dudas, anímate y obtén ayuda de tus jefes actuales, compañeros o de un coach especializado en evolución profesional. Quizás descubras que, en un tiempo, puedes estar contento y satisfecho siendo jefe.

Foto de WTTJ

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