Los 8 errores que tienes que dejar de hacer en tu currículum

04. 2. 2020

8 min.

Los 8 errores que tienes que dejar de hacer en tu currículum

¿Has olvidado renombrar tu currículum antes de enviarlo y lleva el nombre de la empresa a la que enviaste tu candidatura ayer? Aunque este es un error común, podría costarte el puesto. Las compañías reciben montones de currículums a diario, por lo que la mayoría utilizan filtros para descartar candidatos. ¿Cuáles son los errores que debes evitar a toda costa?

Para responder a esta pregunta, hemos entrevistado a Rebecca Ingram, responsable de Talent Acquisition en la plataforma de alquiler de vehículos Getaround, que cada año contrata a docenas de personas en diversos ámbitos: desde la tecnología hasta la venta, pasando por el márketing y los puestos de asistencia. Con su ayuda, hemos hecho una lista de los errores más comunes que las empresas identifican en los currículums y te proponemos soluciones.

1. Currículum con demasiada información: el error que disuade a las empresas

Por supuesto, es genial que hayas hecho tantas cosas maravillosas a lo largo de tu carrera, pero ¿de verdad te parece necesario presentar un currículum de varias páginas? O, peor aún, ¿crees que es buena idea elegir un tamaño de letra de 8 y un interlineado estrecho para que te quepa todo? Lo mejor es que te tomes un momento para reflexionar y hagas una síntesis a fin de seleccionar la información más importante.

“Cuando abres un archivo y ves que tiene 10 páginas, te desanimas de inmediato”, admite Rebecca, que añade: “No siempre tengo tiempo para examinar detalladamente un currículum de 10 páginas”. Por ello, es recomendable tratar de optimizar al máximo tu currículum, dar prioridad a la información y experiencias más pertinentes para el puesto al que aspiras. Si tienes más de cinco años de experiencia, puedes eliminar del currículum tu educación de bachillerato y los empleos que tuviste como estudiante, sobre todo si no tienen relación con el ámbito y el puesto en cuestión.

En España, el currículum no debe tener más de dos páginas, a menos que tengas una larga carrera profesional: “Si se trata de una persona con una larga experiencia, que ha haya muchas cosas interesantes, no tiene nada de malo que presente un currículum de más de una página”, precisa Rebecca. Así pues, es una regla que varía en función de cada caso. Sin embargo, debes tener cuidado de no dar la impresión de que no sabes sintetizar. Recuerda que en inglés “currículum” es “resume”, así que haz caso y ¡resume el contenido!

2. Erratas y faltas: los errores que restan credibilidad

Un error ortográfico o gramatical, un doble espacio o un error de tecleo se notan a primera vista y pueden resultar eliminatorios en una candidatura, sobre todo si se trata de un puesto en el que debes redactar o comunicarte con clientes por escrito. ¿Qué empresa acepta que los empleados envíen correos llenos de errores a sus clientes? Lo peor es que suelen ser faltas que se podrían haber evitado: “Es tan fácil corregir, por ejemplo, un error de conjugación; solo hace falta una relectura”, opina Rebecca.

Por ello, conviene siempre releer o pedirle a alguien que relea tu currículum (especialmente si tu ortografía o gramática no son muy buenas), con el fin de evitar faltas que puedan hacer creer que no has dedicado suficiente tiempo o atención a tu candidatura.

Presta atención a los detalles, sobre todo en función del puesto, pues tu currículum es una muestra de tus habilidades de escritura, síntesis, presentación y organización, entre otras. En algunos casos, un error ortográfico o de tecleo pueden ser aceptables, pero en otros pueden resultar eliminatorios: “Todo depende del puesto. Por ejemplo, la ortografía es muy importante para el servicio de atención al cliente. En ese caso, una falta es un factor eliminatorio, aunque no es tan grave si el currículum es para un puesto en el ámbito de la tecnología”.

3. Una foto poco profesional: el error más visible

Listo, has terminado tu currículum y solo te falta la foto, por lo que buscas desesperadamente en tu teléfono una que sea aceptable.

¡Es más difícil de lo que parece! Tienes un selfie con una mueca torcida, una foto grupal recortada, otra en traje de baño de las vacaciones, con la melena al viento… Aunque las pongas en blanco y negro, estas son todas opciones inaceptables, pues dan una imagen distorsionada y poco profesional de quién eres.

Si no tienes una foto lo suficientemente profesional, puedes enviar tu currículum sin foto. Esta práctica es cada vez más común, en especial en algunos países anglosajones. Sin embargo, Rebecca recomienda incluir una foto: “Algunas personas piensan que poner foto puede ser discriminatorio y, aunque comprendo perfectamente sus argumentos, yo prefiero los currículums con foto porque te da una idea de la personalidad del candidato, por ejemplo, en el caso de una persona muy sonriente”.

Así pues, ¿qué puedes hacer si no dispones de la foto adecuada? Para Rebecca, no es necesario sacarte una foto en un estudio, pues a menudo son muy serias y retocadas. Lo mejor es pedir ayuda a las personas que conoces para que te hagan una buena foto: “Busca un fondo neutro y pídele a alguien que te saque una foto de frente, no de perfil”, recomienda.

4. Currículum muy general: el error que delata un proyecto profesional poco definido

La mayor parte del tiempo enviamos varias candidaturas, y es muy importante personalizar el currículum de manera adecuada para cada puesto. Un error clásico que te puede descalificar rápidamente es olvidar especificar el objetivo de tu candidatura con un título claro y que se corresponda con el puesto al que aspiras.

La parte superior del currículum debe hacer hincapié en las habilidades clave pertinentes para el proyecto profesional. Añadir demasiadas o ser muy general puede interpretarse como una falta de motivación para el puesto. “Hay personas que mencionan al principio de su currículum que buscan un puesto en desarrollo empresarial o como jefe de proyectos, por ejemplo, pero ¡solo puede ser uno de los dos! A veces, hasta envían su candidatura para un puesto que no tiene nada que ver con su recorrido profesional. Eso hace que te preguntes: ¿Por qué nos envían una candidatura si desean un puesto en otro ámbito?”, explica Rebecca. Así pues, las empresas buscan siempre la relación entre tu recorrido y el proyecto profesional en cuestión, por lo que tu responsabilidad es demostrar que no estás enviando tu candidatura al azar.

Para evitar este problema, puedes resaltar al principio del currículum el puesto al que aspiras un par de habilidades relacionadas, con el fin de poner de relieve el valor añadido que puedes ofrecer. En esta introducción de tu perfil, Rebecca aconseja “incluir dos o tres aspectos sobre las tareas que hayas realizado, las cosas más importantes que hayas hecho”, siempre relacionadas con el puesto al que aspiras.

5. Información de contacto imprecisa: el error que hace que no te llamen

Es fundamental que la persona que desea contactarte no se vea obligada a buscar mucho para encontrar tu número o correo electrónico. Si falta información o está mal ubicada (por ejemplo, al final del currículum), quizás tengas que pagar las consecuencias.

Coloca la información de contacto donde sea más visible: los datos principales que la compañía necesita son tu teléfono y tu correo electrónico, que son mucho más importantes que tu fecha de nacimiento o tu dirección. Por ello, debes asegurarte de que esta información es bien visible en la parte superior de tu currículum, e incluso puedes añadir un enlace directo que redirija hacia tu correo y número de teléfono.

No olvides incluir el prefijo telefónico de tu país en el caso de una candidatura internacional, porque de lo contrario, ¡quizás nunca puedan contactarte! Rebecca, que contrata con frecuencia perfiles internacionales, precisa: “Hay personas en Londres que envían su candidatura para un puesto en Francia y tienen un número de teléfono inglés. Yo sé que es inglés porque yo también soy inglesa, pero no siempre está claro, y obligar a la compañía a averiguarlo demuestra una falta de preparación”.

Es tu responsabilidad facilitar el trabajo de la persona a la que envías tu candidatura y darle el prefijo telefónico de tu país o cualquier otro dato importante. Verifica también que no hay errores en tu información de contacto.

6. Mentir o exagerar tus habilidades: los errores que siempre se descubren

¿Mentir en el currículum? ¡Bajo ninguna circunstancia! ¿Maquillarlo un poco? Venga, un poquito nada más… Puede ser muy tentador, pero a veces puede volverse en tu contra.

“Sé que las personas deben vender su perfil, pero no es bueno mencionar algo que no sea verdad”, confirma Rebecca. Por ejemplo, algunas personas pueden tener la tentación de modificar las fechas de sus experiencias, con el fin de ocultar una laguna en su recorrido. En consecuencia, las fechas entre el perfil de LinkedIn y el currículum no concuerdan y esto hace dudar sobre la sinceridad del candidato.

“Cuando las fechas no son correctas o el perfil de LinkedIn y el currículum son diferentes, no sé qué versión es la correcta y tampoco tengo ganas de averiguarlo”, reconoce Rebecca. En el peor de los casos, se descarta al candidato, y en el mejor, la compañía puede intentar ponerlo a prueba durante la entrevista para descubrir cuál es la verdad, lo cual puede ser desagradable.

Tampoco es prudente exagerar tus capacidades, pues una vez que el entrevistador lo descubra, pondrá en duda la veracidad del resto de tus habilidades. Por ejemplo, asegúrate de presentar de manera precisa tu nivel de idiomas, sin subestimarte ni sobreestimarte. Rebecca da instrucciones claras: “Si te atreves a decir que eres bilingüe en inglés, tu inglés debe ser perfecto”.

Exagerar o equivocarte respecto al nivel del idioma puede volverse en tu contra, por lo que Rebecca aconseja utilizar los baremos de exámenes reconocidos a escala internacional, como el TOEFL o el TOEIC. De no ser posible, da una descripción simple, como “inglés fluido” o “muy buen dominio”, en lugar de afirmar que eres bilingüe.

7. Un currículum poco atractivo: el error que dificulta la lectura

Hay currículums que son difíciles de leer, algo imperdonable para algunas profesiones, pues la estética es la primera muestra que tiene el entrevistador del trabajo de un diseñador, por ejemplo, incluso antes de abrir su portfolio. Rebecca presta mucha atención a este aspecto, en especial cuando contrata para puestos en los que el diseño es especialmente relevante: “Para un puesto creativo, por ejemplo, la presentación del currículum puede ser muy importante”.

Cuando un entrevistador debe revisar más de 100 currículums al día, puede que seleccione uno de un solo vistazo, únicamente por su presentación. Por ello, es importante tener un currículum atractivo: crear categorías claras, prestar atención a la alineación y variar la tipografía y el espaciado para facilitar la lectura.

Si no deseas cambiar la tipografía, existen varios métodos para destacar visualmente el texto (negritas, cursiva, subrayado, mayúsculas, tamaño de letra diferente, color, etc.), pero asegúrate de que el conjunto sea homogéneo y equilibrado. También puedes utilizar modelos de currículum en línea, si no estás muy convencido de tus habilidades de diseño, pues estas plantillas predeterminadas te pueden ayudar a evitar problemas de formato.

8. Olvidar cambiar el nombre del currículum: el pequeño error que salta a la vista

Antes de terminar la versión final, tu currículum pasa de mano en mano para que lo relea tu primo de Recursos Humanos y lo corrija tu novia, obsesionada con la ortografía. En el ordenador, tienes guardadas las diferentes versiones con un nombre distinto, lo que es muy útil para organizar tus archivos, pero sobre todo no debes olvidar cambiar el nombre de la versión final antes de enviar la candidatura. Una opción clásica que siempre funciona consiste en poner simplemente “CV + nombre y apellido”. También puedes añadir el nombre del puesto al que aspiras y, en algunos casos, el nombre de la empresa. Por ejemplo: “CV_Fernando García_BusinessDeveloper”.

Las expectativas de las empresas varían según el puesto, pero tu currículum revela a primera vista las habilidades que podrían ser necesarias: rigor, creatividad, buen ojo para el diseño, capacidad de escritura o de síntesis, etc. Por ello, es recomendable que prestes mucha atención a esos detalles que podrían restarte credibilidad y que dediques todo el tiempo necesario a la elaboración de tu currículum. ¡El resultado valdrá la pena!

Traducido por Andreína Gil

Foto de WTTJ

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