Mánager: las claves para superar una entrevista con tu futuro equipo

03 sept 2020

7 min

Mánager: las claves para superar una entrevista con tu futuro equipo
autor
Cécile Pichon

Psychologue du travail, coach et consultante RH

Imagina que te encuentras en plena entrevista de trabajo para dirigir un equipo ya existente en una empresa, cuando te ofrecen la oportunidad de conocer a tus futuros compañeros. Es un desafío considerable, ya que vas a ser juzgado por personas a las que quizás tendrás que supervisar después. No sabes por dónde tirar. ¿Es mejor tratar de caerles bien o demostrar tus habilidades como líder? ¿Qué actitud es mejor adoptar durante una entrevista de trabajo de este tipo? ¿Cómo conseguir que la primera cita con tu futuro equipo sea todo un éxito?

Una buena práctica que beneficia a todos

Reconócelo, la idea de pasar una entrevista con tu futuro equipo te incomoda un poco. Pedir la opinión de los miembros del equipo implica arriesgarse a recibir una respuesta negativa por su parte. Sin embargo, reunirte con tu futuro equipo durante el proceso de contratación es una práctica positiva para todos:

  • Por tu parte, esta etapa del proceso te ayudará a ver, como posible jefe, anticiparte a las dificultades a las que podrías tener que enfrentarte y a evaluar las dimensiones del desafío que te espera, además de ahorrarte un tiempo muy valioso, ya que sentarás las bases de un trabajo conjunto. Así lo vio Hugo, que trabaja como redactor jefe de una revista, cuando tuvo la oportunidad de conocer a tres de los miembros de su futuro equipo durante el proceso de selección: “La entrevista nos ayudó a romper un poco el hielo y eso hizo que me integrara mucho más deprisa cuando me contrataron. Cuando empecé a trabajar en la empresa tenía la impresión de que ya conocía un poco al equipo al que iba a dirigir”, asegura.

  • Desde la perspectiva del equipo, esta reunión supone una preparación para dar la bienvenida a un nuevo líder. Se trata de un paso importante, ya que la “imposición” de un nuevo jefe a veces puede ser fuente de preocupación para el equipo. Aunque no todas las empresas ofrecen necesariamente a sus equipos la posibilidad de participar en el proceso de selección de su futuro jefe, el hecho de pedirles su opinión supone, ante todo, una muestra de confianza. María ha experimentado recientemente dos cambios de jefe en el fondo de inversión donde trabaja. Cuando su jefe dejó la empresa, el puesto quedó vacante durante un tiempo. La dirección contrató en un primer momento a una persona que no terminó de encajar y, como resultado de este error, se les pidió a María y al resto del equipo que participasen en el nuevo proceso de contratación. Ella considera que este enfoque contribuyó en gran medida al éxito: “El jefe anterior, con el que la cosa no funcionó, llegó como de repente, no lo conocíamos de nada. En esta ocasión, en cambio, pudimos dialogar durante el proceso y fue un acierto para ambas partes”. Esta es una buena manera de minimizar las posibilidades de que un equipo oponga resistencia ante la llegada de un nuevo jefe. Una vez que todos los miembros han expresado su opinión y se ha alcanzado un consenso, la llegada al equipo del nuevo jefe será bien recibida, y las posibilidades de integración serán mucho mayores.

6 consejos para gestionar la reunión con tu equipo

Si estás a punto de ser evaluado como posible jefe, es normal que quieras causar una buena impresión. Hugo era consciente de ello cuando le propusieron conocer a algunos de sus futuros compañeros antes de su incorporación al puesto: “Sabía que la entrevista iba a ser decisiva. Si alguna de las tres personas tenía dudas o se formaba una opinión negativa sobre mí, me quedaría fuera”, comenta.

Efectivamente, se trata de una reunión que no debes tomarte a la ligera y que requiere mucha preparación. A continuación te ofrecemos algunos consejos para maximizar las posibilidades de ganarte el visto bueno de tu posible futuro equipo.

1. Identifica las expectativas del equipo

Esta entrevista es la ocasión perfecta para empezar a determinar las expectativas individuales y colectivas de tu futuro equipo. La finalidad de un jefe es lograr que su equipo trabaje mejor, proporcionándole una visión, apoyo, soluciones y herramientas para su trabajo diario. Si se dispone de tiempo para que los futuros miembros del equipo expongan sus expectativas durante la entrevista, tendrás que asumir gran parte del trabajo y hacerles las preguntas adecuadas. Aquí tienes algunas ideas:

  • “¿Qué esperas de un jefe?”
  • “¿Cuáles son los principales problemas a los que te enfrentas en tu trabajo?”
  • “¿Cómo podría ayudarte yo a superarlos?”
  • “¿Cómo te organizas el trabajo en el día a día?”

2. Ten claras las distintas posiciones

A tu futuro equipo seguramente le gustará saber qué visión tienes de tu trabajo. Para responder a esta pregunta, es importante que visualices las distintas responsabilidades de los empleados que formarán parte de tu equipo. Según Hugo, este es un tema para el que más vale estar preparado: “Es importante averiguar todo lo posible sobre las personas que vas a dirigir, tener muy claras las descripciones de sus puestos de trabajo y tomarte el tiempo para observar lo que hacen (analizar su perfil en LinkedIn, por ejemplo). Te preguntarán qué opinión tienes sobre sus trabajos, en el fondo es lo que más les interesa saber”, afirma.

3. Habla sobre tu forma de trabajar

Más allá de tu experiencia, lo que realmente le importa a tu equipo es tu visión del trabajo y los métodos que deseas poner en práctica: qué tipo de gestión, qué herramientas o qué maneras de comunicarse y de informar. Lo mejor es tener claras tus expectativas en cuanto a la forma en que quieres organizar el trabajo. La visión es el elemento clave que convenció a María durante la entrevista de que al fin tendría al jefe que necesitaba: “Lo que me gustó fue lo fácil y constructiva que fue nuestra charla. Coincidíamos totalmente en la visión del trabajo y en la manera de hacer las cosas para alcanzar los objetivos”.

4. Adopta la actitud adecuada

Por un lado, mostrar una actitud humilde puede parecer lo más lógico, ya que todavía no has conseguido el trabajo y no conoces bien ni la empresa, ni el sector, ni a los clientes. Si te presentas allí y das la impresión de querer revolucionar la forma de trabajar de tus futuros compañeros, estos podrían interpretarlo como una crítica. Hugo recomienda prestar una especial atención a este punto: “Es esencial asegurarles que no vas a ponerlo todo patas arriba en cuanto llegues”, comenta. “Para ti es un equipo nuevo y vas a empezar de cero, así que debes observar y respetar lo que han construido, aprender a conocerlos”.

Por otro lado, como futuro jefe, se te pedirá que demuestres tus habilidades de liderazgo. Mostrar una actitud a medio camino entre la humildad y la confianza en ti mismo no es tarea fácil, opina Hugo: “Hacer el papel de jefe requiere un poco de ejercicio mental: tienes el deber de ser humilde y, al mismo tiempo, debes demostrar que eres capaz de tomar decisiones, de dar un golpe en la mesa si es necesario”.

María era muy consciente de la complejidad de estos requisitos cuando conoció a su futuro jefe: “Por un lado, estaba muy impaciente por tener como guía a una persona que me inspirase, alguien con experiencia para poder avanzar. Pero al mismo tiempo, como llevaba dos años y medio sin jefe, me daba un poco de miedo que llegara el típico ‘jefe mandón’. Me gustaba tener autonomía e independencia, así que necesitaba encontrar a alguien que fuera capaz de adoptar una postura que coincidiera con mis expectativas”.

Tu objetivo como jefe es tranquilizar a los miembros del equipo: deberás mostrarte como un jefe que es capaz de ayudarles a evolucionar y a crecer. Como es lógico, será necesario que adaptes tu estilo de gestión a cada perfil, pero la mejor manera de causar una buena impresión será demostrar tu humildad, tu comprensión y tu capacidad para escuchar a los demás.

5. No hagas promesas

Es importante que no prometas nada, ya que aún no conoces lo suficiente ni a las personas ni el puesto. Si te mueres de ganas por ponerte en marcha y empezar a cambiar cosas, recuerda que adquirir una visión objetiva lleva su tiempo. Es importante escuchar y mostrar una actitud que te permita responder a las preguntas y aclarar las dudas de los miembros del equipo. Céntrate en lo que podrías aportarles como complemento a lo que ya hacen, de forma que el trabajo en equipo sea más enriquecedor.

6. Sé tú mismo

Más allá del deseo de dar la mejor impresión posible, lo primordial es que seas tú mismo. Para Hugo esto es lo más importante, ya que la reunión dependerá, en buena parte, de las impresiones: “En esta etapa, yo diría que el encuentro personal representa el 75% de la puntuación de la entrevista. Todo depende de las impresiones, por lo que no te queda otra que ser tú mismo, lo más natural posible”. Esta entrevista es ante todo una oportunidad para conocer en persona al equipo y ver si te sentirás cómodo trabajando con ellos. Los miembros también tendrán que tomar una decisión y sus criterios no siempre serán exclusivamente profesionales: “En realidad, tu futuro equipo quiere saber qué tipo de persona eres”, afirma Hugo.

Cuando conoces la personalidad y los valores de una persona y la importancia que esta otorga al trabajo en su vida diaria, esto te permite saber si podríais trabajar en armonía. Aquí es donde la entrevista puede adquirir un aire más personal, como nos explica María: “Hablamos de nuestras situaciones familiares y de nuestras obligaciones personales. Por ejemplo, mi futuro jefe nos dijo que tenía la custodia compartida de sus hijos, y eso me tranquilizó. Como yo también soy madre, pensé que nos entenderíamos bien”. A veces un pequeño detalle significa mucho.

En resumen, la entrevista con tu futuro equipo es una oportunidad de oro que no debes desaprovechar, pues es la ocasión perfecta para sentar las bases de una buena colaboración. Cuando te prepares para esa reunión, ten en cuenta que las expectativas del equipo a veces pueden ser complejas. De hecho, si el puesto está vacante o es nuevo, esto suele indicar que hay un motivo detrás: una marcha (ya sea forzada o voluntaria) o una reestructuración en la empresa que podría haber causado incomodidad o preocupación entre los empleados. El equipo va a tener que adaptarse a una nueva persona al frente. No olvides que esta “prueba” es una vía de doble sentido. Ciertamente, los miembros del equipo tratarán de estimar hasta qué punto eres capaz de encajar y de guiarlos, pero la entrevista también es una oportunidad para decidir si el puesto es adecuado para ti y si te sentirías cómodo en la empresa.

Los nombres se han modificado para preservar el anonimato de las personas entrevistadas.

Traducido por Rocío Pérez

Foto de WTTJ

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