Cómo preparar la entrevista de trabajo: la checklist definitiva

06. 9. 2019

5 min.

Cómo preparar la entrevista de trabajo: la checklist definitiva
autor
Olga Tamarit

Freelance Content Creator

¿Has conseguido una entrevista de trabajo y no sabes cómo empezar a prepararla? ¿No tuviste suerte en ocasiones anteriores y no sabes por qué? Sea cual sea el puesto al que aspires, para aumentar tus posibilidades de obtener el puesto ¡la preparación es la clave! Te traemos la checklist definitiva: aprende a preparar cualquier entrevista de trabajo en 5 pasos y conviértete en el candidato número uno. Toma nota.

1. Infórmate sobre la empresa y el puesto

Familiarízate con la empresa

La información es poder. Para preparar una entrevista de trabajo, lo primero que debes hacer es informarte sobre la empresa. Antes del día D, recopila tanta información como te sea posible sobre la compañía en la que deseas trabajar: su historia, sus actividades, su cultura corporativa, los productos que comercializa…

De esta forma, durante la entrevista podrás demostrar que estás familiarizado con la compañía. El entrevistador podrá darse cuenta de que te has preparado bien y que realmente estás interesado en esta oportunidad. Este detalle puede marcar la diferencia.

Conoce los detalles del puesto

Puedes usar LinkedIn para estudiar el perfil de otros empleados con tu mismo puesto en la empresa y ver qué aptitudes destacan. ¿Qué idiomas hablan? ¿Tienen un máster o un doctorado? ¿Dominan algún programa informático específico? Estos datos te servirán para saber qué se espera de ti y ayudarte a identificar qué puedes ofrecer. Esto te permitirá conocer tus puntos fuertes respecto al puesto que deseas ocupar y te permitirá resaltarlos durante la entrevista para convencer al reclutador de que eres el candidato idóneo. Por ejemplo, si quieres acceder a un empleo en el que se exige dominar idiomas, saca a relucir los años vividos en el extranjero o tus títulos oficiales.

Te será muy útil conocer datos clave de la empresa según el puesto al que te presentes. Por ejemplo, algunas cifras clave si planeas ocupar un puesto en gestión y finanzas, o las campañas publicitarias que se han hecho hasta ahora si lo que quieres es optar a un puesto en marketing.

2. Anticipa las preguntas del entrevistador

Debes entender la entrevista de trabajo como un intercambio constructivo que os permite, a ti y a la empresa contratante, aseguraros de que tu perfil encaja en la vacante. El entrevistador podrá preguntarte por tu experiencia y formación, habilidad para trabajar en equipo, flexibilidad horaria, conocimientos de programas específicos, idiomas…. Lo principal es que seas honesto.

También puedes elaborar una lista de preguntas y escribir cómo te gustaría responderlas.
Entre las más comunes se encuentran:

  • Háblame de ti: Aunque no es una pregunta como tal, es uno los momentos más temidos de las entrevistas de trabajo, así que harás bien en preparar tu respuesta. El objetivo principal es presentarte profesionalmente en pocas líneas: es el momento de explicar a qué te dedicas, resumir tu formación y tu experiencia profesional, y comentar tus motivaciones para el futuro.

  • ¿Por qué quieres trabajar con nosotros?: Esta pregunta, u otras del mismo estilo, sirve a la empresa para conocer lo que esperas de tu potencial futuro puesto. Presenta qué dirección te gustaría tomar en tu desarrollo profesional o si te gustaría asumir una mayor responsabilidad en la compañía en el futuro. De esta manera dejarás patente tu compromiso y tus ganas de embarcarte en el proyecto.

  • ¿Qué puedes aportar a la empresa?: Es el momento de demostrar que eres el candidato ideal para ocupar el puesto. Por eso, cuando te pregunten qué puedes aportar a la empresa, destaca tus valores diferenciales, aquello que te hace único, y pon en valor aspectos profesionales y experiencias laborales anteriores que sirvan como ejemplo de aquello lo que puedes ofrecer. ¿Eres proactivo, te interesa innovar con nuevos procesos o eres bueno liderando grupos de trabajo? Sea lo que sea, destaca aquello que te diferencia.

  • ¿Qué expectativas salariales tienes?: Al preguntarte cuánto quieres ganar, el reclutador busca saber si tus expectativas se corresponden con lo que la empresa está dispuesta a ofrecer. Infórmate antes de la entrevista sobre el sueldo habitual para un puesto de las mismas características (posición, tipo de empresa, zona geográfica…) y recuerda que siempre es mejor indicar una horquilla salarial, ya que denota flexibilidad.

3. Prepara tus propias preguntas

Al final de la entrevista, se suele preguntar al candidato si tiene preguntas. No pierdas esta oportunidad: ¡hacer preguntas durante la entrevista está muy bien visto! Demostrarás que has reflexionado sobre el tipo de puesto que estás buscando. Prepáralas con antelación y presta atención para no preguntar por algo que ya se haya mencionado antes.

Puedes interesarte por las posibilidades de ascenso, por la posibilidad trabajar desde casa, si existen colaboraciones con otras empresas, si tendrías que realizar desplazamientos, los posibles objetivos para el puesto… Por ejemplo, te puede interesar preguntar:

  • ¿Cuáles son las siguientes etapas del proceso de selección?: Transmitirás que eres una persona organizada y que te estás tomando en serio esta oportunidad.

  • ¿En qué proyectos trabaja el equipo actualmente?: Preguntar esto te permitirá saber si los proyectos que se están desarrollando actualmente te interesan o no, y a la vez te informarás sobre proyectos futuros en los que quizás tengas que participar.

  • ¿Qué ambiente de trabajo hay?: Interesarte por este aspecto es la manera más rápida de comprobar si el ambiente se ajusta a tu personalidad y a lo que buscas. Si es más bien tranquilo o animado, si se respetan los horarios de trabajo, cuáles son las costumbres del equipo a la hora de comer, o si se organizan actividades y salidas.

  • ¿Hay posibilidades de ascenso?: Si te interesa conocer si existen posibilidades de crecer dentro de la empresa, no te cortes a la hora de interesarte sobre las posibilidades de promoción. Denotará ambición y también le indicará al entrevistador que aspiras a un puesto estable donde desarrollar tu carrera laboral.

4. Gestiona el estrés

Estar descansado es fundamental para tener un buen rendimiento, así que no permitas que los nervios te impidan concentrarte durante la entrevista. Empieza por propiciar un buen descanso la noche anterior: dormir bien disminuirá notablemente tu ansiedad.

Otra manera de eliminar tensión es practicar ejercicio matutino. Si tienes la oportunidad, sal a correr o realiza algún otro entrenamiento que practiques regularmente: te llenarás de endorfinas y te librarás del estrés. Y si estás familiarizado con la meditación y necesitas una dosis de relajación extra, también puedes programar una pequeña sesión la mañana de la entrevista, para despejar la mente y mantener los nervios a raya.

5. Prepara los detalles técnicos

Pequeños, pero vitales. Tener o no los detalles técnicos bajo control puede afectar enormemente a tu estado de ánimo durante la entrevista: estar tranquilo y relajado o ser un manojo de nervios. Tú decides.

¿Cuándo y dónde?

Verifica siempre la dirección de la empresa y la hora de la cita. Una buena idea es anticipar la ruta que tomarás ese día, así no tendrás confusiones de última hora, como por ejemplo la distancia entre la parada de metro y la oficina o si hay aparcamiento cercano. Deja todos los cabos bien atados y mantendrás el estrés a raya.

Además, asegúrate de tener los datos correctos de la persona que te recibe, en caso de que tengas que avisar porque vas con retraso o por cualquier otro imprevisto, ¡pero también para poder preguntar por ella a tu llegada!

¿Qué ropa llevar?

Para muchas empresas, la forma en la que visten sus empleados es muy importante a la hora de crear un ambiente profesional en la oficina. Cuida tu imagen y prepara lo que quieras llevar el día de la entrevista con antelación, aunque lo mejor es que uses el sentido común. Por ejemplo, si quieres optar a un puesto en una empresa de moda o diseño, quizás puedas permitirte ciertas licencias estilísticas, pero si lo que pretendes es trabajar en un banco, un vestuario formal será lo más apropiado. La consigna que no debes olvidar: llevar algo con lo que te sientas cómodo y que te permita tener confianza durante la entrevista.

Ahora ya sabes qué puntos no debes dejar de preparar antes de una entrevista de trabajo. Solo queda que encuentres la oferta perfecta para tu perfil. Todo es cuestión de confianza, paciencia y organización. ¡No dejes nada a la suerte!

Foto de WTTJ

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