Solo ante la cámara: qué es una videoentrevista pregrabada

25 may 2020

8 min

Solo ante la cámara: qué es una videoentrevista pregrabada
autor
Cécile Nadaï

Fondatrice de Dea Dia

Las videoentrevistas pregrabadas son cada vez más populares en los procesos de selección, pues permiten ahorrar tiempo a la hora de seleccionar a los candidatos que pasarán a la siguiente etapa: la entrevista cara a cara. ¿Cómo funciona este formato? ¿Cómo prepararte para sacarle el máximo provecho?

Hemos entrevistado a Julia Moutet, responsable de desarrollo de RR. HH., y a Julie Atlan, gestora de contenidos sénior, ambas de la empresa Easyrecrue, una plataforma internacional de contratación especializada en videoentrevistas pregrabadas o en diferido. Estas dos expertas nos explican cómo funciona el proceso y comparten sus mejores consejos para superarlo con éxito. También hemos hablado con Kathleen, candidata que pasó por una de estas entrevistas durante su búsqueda de empleo, que nos cuenta su experiencia.

¿En qué consiste una videoentrevista pregrabada o en diferido?

Como su nombre indica, se trata de una entrevista de trabajo grabada con antelación que luego se envía al entrevistador para que la vea más tarde. Como candidato, debes conectarte a una plataforma que graba la entrevista en vídeo de manera remota. Te instalas ante la cámara y respondes a una serie de preguntas grabadas previamente, lo que significa que en realidad no interactúas con tu entrevistador. Una vez terminada la entrevista, la empresa recibe el vídeo.

¿Cómo funciona exactamente este formato?

Tras publicar una oferta de empleo, la empresa recibe varios currículums. El siguiente paso consiste en evaluar las diferentes candidaturas y seleccionar los perfiles a quienes se propondrá una videoentrevista. Si tu currículum ha sido seleccionado, recibirás un correo con una invitación de la compañía para conectarte a la plataforma o descargarte la aplicación e iniciar la sesión. Puedes conectarte a la plataforma desde tu ordenador o mediante una aplicación para el móvil o tableta. La entrevista empezará en el momento en que hagas clic en el enlace.

Una vez iniciada la sesión, se hace una prueba para comprobar que la cámara y el micrófono funcionan adecuadamente. A continuación, debes responder a una pregunta de prueba, que puede estar grabada o aparecer en pantalla. Según Julie, “no debes subestimar esta primera pregunta, ya que verte a ti mismo en pantalla puede resultar un poco incómodo y tal vez necesites unos momentos para adaptarte. Te sentirás más a gusto a medida que vaya avanzando la entrevista”.

Todas las preguntas son elaboradas por los entrevistadores. Ellos son los que deciden cuánto dura la entrevista y cómo enfocarla. “El entrevistador es quien prepara la entrevista: elige el formato, las preguntas, si estas deben estar escritas en pantalla o grabadas en voz, cómo quiere que las respondas y el tiempo asignado para cada una”, cuenta Julia. “Puede que también haya algún caso práctico y preguntas de selección múltiple o que deban responderse por escrito. A veces el candidato también recibe instrucciones específicas, como por ejemplo vestirse con traje para la entrevista”, añade.

Una vez terminada y grabada la entrevista, el entrevistador la recibe y puede verla cuando desee y tantas veces como sea necesario, junto con el resto del equipo que participa en el proceso de selección. Los candidatos seleccionados reciben entonces una invitación para una entrevista de trabajo tradicional, que tiene lugar normalmente en las oficinas de la compañía.

Una herramienta de preselección

La videoentrevista es una herramienta de preselección que ayuda a la empresa a avanzar más rápido en el proceso de contratación y, a la vez, tener un enfoque más cualitativo a la hora de elegir candidatos. Julie explica que “no se puede comparar esta herramienta con la entrevista de trabajo tradicional. El objetivo no es reemplazar esta última, sino que la videoentrevista es un paso previo. Sustituye a las entrevistas telefónicas de preselección que los empleadores suelen hacer después de recibir un currículum y antes del encuentro cara a cara”.

En general, el objetivo de la entrevista es conocer un poco al candidato antes de recibirlo en persona. Julia afirma que “la idea es que el candidato se presente a sí mismo, cuente en qué punto de su carrera profesional se encuentra y qué experiencia tiene. También puede explicar cómo entiende el puesto o las tareas que este implica. Por último, puede haber algunas preguntas prácticas sobre su disponibilidad y sus expectativas salariales, a las que normalmente podrá responder por escrito”.

La experta añade que “algunos entrevistadores incluyen preguntas para evaluar las habilidades de un candidato, tal vez preguntas en otro idioma o en algún software concreto”. Esto les ayuda a seleccionar a la persona adecuada. “Por ejemplo, pueden hacer preguntas en francés para comprobar si el candidato se siente a gusto respondiendo en ese idioma. En general, no hay preguntas trampa, la idea es simplemente conocer un poco al candidato”.

Una herramienta para poner a prueba la motivación

Aunque la videoentrevista es, ante todo, una herramienta para preseleccionar a los candidatos que se quiere convocar a una entrevista tradicional, Julie y Julia creen que también permite evaluar el grado de interés de una persona. Según Julia, este formato “es una buena forma de poner a prueba la motivación de un candidato y ver cómo reacciona cuando está fuera de su zona de confort. Las personas que de verdad quieran el trabajo reunirán el coraje necesario para hacer la videoentrevista”.

Las ventajas de esta técnica

Puedes elegir las condiciones de la entrevista

La primera ventaja de este formato es la libertad que ofrece en comparación con la entrevista telefónica tradicional, pues como candidato te permite elegir el lugar y la hora en que grabarás tu vídeo. Puedes grabarlo con tu móvil, tableta u ordenador en el momento más conveniente, simplemente debes respetar el plazo fijado por el entrevistador. En general, te conceden varios días para completar el proceso, lo cual es una gran ventaja si tienes otro empleo o una agenda muy apretada, y no estás disponible durante el horario de oficina.

Julia corrobora que este método “te permite hacer la entrevista en las mejores condiciones posibles: el candidato tiene un límite de tiempo para hacerla, pero puede elegir el momento y el lugar, que también puede ser por la noche o el fin de semana, y además te conceden 30 segundos después de cada pregunta para pensar en la respuesta, lo cual no es posible por teléfono”.

Te permite ahorrar tiempo

No es necesario que estés disponible en un momento o lugar específicos y la entrevista no será cancelada en el último minuto, algo que en otras circunstancias podría suceder. Así pues, tienes un control absoluto de tu horario. Este fue uno de los aspectos que la candidata Kathleen más apreció: “La entrevista fue mucho más corta que una tradicional ya que no había entrevistador, y por lo tanto, no hubo un diálogo ni ningún tipo de interacción. Todo estaba grabado en un software y el proceso duró aproximadamente 20 minutos”.

Aumenta tus probabilidades de ser seleccionado

Realizar entrevistas es una tarea larga y ardua para las empresas. Por lo tanto, suelen ser estrictos a la hora de seleccionar candidatos, para garantizar que tengan el perfil adecuado. Las videoentrevistas pregrabadas les ayudan a ahorrar tiempo y esto les permite seleccionar a un mayor número de candidatos en esta primera fase.

“El entrevistador ahorra tiempo con los vídeo, ya que, de promedio, son dos veces más rápidos que las entrevistas telefónicas. Por este motivo, puede invitar a más candidatos y ampliar su selección para así incluir a personas que normalmente no hubieran pasado de la etapa de selección de currículums” explica Julie.

Asimismo, los entrevistadores pueden ver el vídeo tantas veces como quieran, por lo que si alguien les interrumpe o se distraen, pueden verlo de nuevo, lo cual no es posible en una entrevista telefónica.

Supone una oportunidad para los candidatos atípicos

El formato de vídeo puede dar a ciertos candidatos la oportunidad de compensar cualquier vacío en el currículum por medio de su personalidad y sus soft skills. Según Julia, “los candidatos atípicos, por ejemplo, aquellas personas con poca experiencia o que no tienen la formación adecuada, pueden desmarcarse y expresarse con más libertad. El vídeo te permite ver su postura, comprobar su vocabulario y la terminología que utilizan, su actitud ante la cámara y su forma de expresarse. Es más auténtico que una llamada telefónica y te permite apreciar aspectos que no salen en el currículum”.

Según Julia, este proceso sin duda ha ayudado a numerosos candidatos, que normalmente no hubieran sido seleccionados, a conseguir una entrevista. Ella misma lo ha comprobado como entrevistadora de Easyrecrue: “En concreto, recuerdo a una candidata con poca experiencia que nos impresionó con su videoentrevista. Tenía mucho entusiasmo y era muy elocuente y sonriente, por lo que decidimos conocerla en persona. Esto nunca habría ocurrido de no ser por la videoentrevista. Y hemos recibido muchos comentarios similares por parte de nuestros clientes”.

Las preocupaciones del candidato

¿Una empresa puede obligarte a hacer este tipo de entrevista?

No, nadie puede obligarte. Sin embargo, si rechazas, puede que te preguntes: “¿Me excluirán del proceso de selección?”. Aunque resulte sorprendente, si tu perfil encaja a la perfección con el puesto, es probable que pases a la siguiente ronda del proceso de selección aunque no hayas hecho la entrevista.

Así lo confirma Julia: “Si un candidato rechaza la videoentrevista, pero tiene un currículum muy interesante, podríamos darle la oportunidad de hacer una entrevista tradicional. Esto ha ocurrido una o dos veces en nuestra empresa. Tenemos que ser flexibles, aunque al final todo depende de la política de Recursos Humanos de cada compañía. Algunos reclutadores deciden a veces saltarse el proceso habitual, mientras que otros prefieren seguirlo al pie de la letra”.

¿Puedes empezar de nuevo si no estás satisfecho con el resultado?

Este es otro aspecto que depende del entrevistador. Algunos prefieren la espontaneidad, pero otros te dan la oportunidad de empezar de nuevo. “No recomendamos volver a grabar, puesto que queremos que sea lo más natural posible. Se supone que este formato reemplaza la entrevista telefónica, y en una llamada no puedes borrar lo que acabas de decir y empezar de nuevo. Además, si grabas la misma parte dos o tres veces, sabrás la pregunta con antelación, por lo que tendrás una respuesta más preparada y esta no tendrá el mismo impacto” afirma Julia.

Sin embargo, añade que muchos entrevistadores lo permiten: “Saben que se trata de una actividad estresante, sobre todo si es la primera vez, por lo que dar a los candidatos la oportunidad de intentarlo de nuevo puede tranquilizarlos”.

Aunque un entrevistador no te permita volver a grabar una respuesta concreta, quizás acepte que repitas todo el proceso desde el principio, sobre todo si te has quedado totalmente en blanco. “Tuvimos un candidato que nos contactó porque su videoentrevista había sido un desastre… En función del perfil de la persona, a veces decidimos enviarle una segunda invitación” explica Julia.

Estar a solas con la cámara

No tener a nadie en frente puede ser una ventaja o, por el contrario, una desventaja. Dependerá de tu personalidad. A las personas que temen las preguntas difíciles o las preguntas trampa les puede resultar más fácil tener 30 segundos para pensar la respuesta y no tener que preocuparse por posibles preguntas adicionales. Julia añade que lo bueno de este tipo de videoentrevistas es que “no tienes el problema del sesgo personal: no te encontrarás con una persona de carácter difícil con quien no te sientas a gusto, pues estarás a solas con la cámara”.

Pero esta falta de interacción puede ser un problema para otros candidatos, pues les impide poder percibir si ha habido una buena conexión con el entrevistador. Otros pueden considerar que el formato en vídeo resulta más complicado, ya que no cuentan con la presencia de un entrevistador para servirles como guía durante el encuentro.

Una actividad estresante e incómoda

Para muchas personas, verse a sí mismas hablando en pantalla resulta incómodo. Y con razón, porque si no estás habituado a este tipo de práctica, tiendes a concentrarte en tu apariencia, a juzgarte de manera negativa y quizás acabes perdiendo la calma. Para Julia, solo es cuestión de acostumbrarse: “Los candidatos que hacen una videoentrevista por primera vez a menudo afirman que es estresante o incómodo. Pero estoy segura de que si les preguntaras cómo se sintieron en su primera entrevista de trabajo tradicional, dirían lo mismo. Solo es cuestión de práctica. Cuando lo has hecho una o dos veces, se convierte en un simple requisito”.

¿Qué pasa con tus datos personales?

La cuestión de cómo se utilizan los datos personales tiene una gran importancia hoy en día, sobre todo en este tipo de contexto. Es normal que los candidatos se preocupen por lo que pasa con su vídeo una vez terminado el período de contratación. “Algunas personas nos han comunicado que no quieren que guardemos sus vídeos. Sin embargo, jamás son publicados ni reutilizados. Apenas termina el proceso de contratación (es decir, cuando se le da el puesto a alguien), se elimina el vídeo y nadie puede verlo de nuevo. Respetamos la ley de manera escrupulosa”, y esto en nuestro caso significa que los vídeos grabados deben borrarse en un plazo máximo de dos años y solo se pueden ser descargados, transmitidos o compartidos por parte de los entrevistadores del proceso de selección.

A primera vista, una videoentrevista pregrabada puede parecer una práctica muy estresante, pero no es más difícil que la entrevista clásica a la que ya estás habituado. Por lo tanto, te aconsejamos que la veas como una oportunidad ideal para demostrar tus cualidades, en especial si tu currículum no es muy compatible con el puesto en cuestión. Si un entrevistador te propone este tipo de entrevista, no dejes que los nervios ganen la batalla y ¡sácale partido!

Traducido por Andreína Gil

Foto de WTTJ

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