Perfil atípico, ¿un valor o un freno para encontrar trabajo?

14 juil. 2021

7min

Perfil atípico, ¿un valor o un freno para encontrar trabajo?
auteur.e
Cristina Fernández

Periodista Freelance

Tu trayectoria profesional es poco común. Puede que te graduaras en una carrera que nada tiene que ver con el trabajo que quieres desempeñar o que hayas saltado de un empleo a otro sin que estos tengan mucho que ver. Quizá desarrollaste una ruta clásica, pero ahora piensas en reinventarte porque te has dado cuenta de que no te gusta el camino que estás siguiendo. En cualquier caso, eres lo que se puede considerar un perfil atípico. ¿Cómo afecta a la hora de buscar trabajo y encarar una entrevista de trabajo el hecho de no contar con el título adecuado o la experiencia que se espera para un determinado puesto? ¿Te pondrá las cosas difíciles, o en realidad las empresas verán como un valor añadido que seas un candidato poco convencional? Hablamos con alguien que encaja en este tipo de perfil y dos expertos en Recursos Humanos.

“Antes el mercado premiaba el perfil especializado, pero cada vez se pide a las personas que sepan más cosas”, explica Arancha Ruiz, experta en talento y marca personal. Coincide Roque Lois Pérez-Lafuente, profesional con más de diez años de experiencia en selección de personal, tanto en el ámbito nacional como internacional, en empresas como WRS, Michael Page o Eurofirms, y autor del libro Las 10 claves para la búsqueda de empleo. Desde esa perspectiva, alguien con un bagaje profesional diverso puede ser visto como un valor para una empresa. “La clave es conocer a cada persona y ver quién podría valer para el puesto, independientemente de que tenga esa experiencia o no”.

Es el caso de Lorena Salgado, que no tenía nada claro a qué se quería dedicar, así que comenzó un ciclo superior de topografía. Pero pronto descubrió que aquella no era la opción adecuada para ella, así que decidió matricularse en la universidad, donde estudió el grado de Ciencias Ambientales. Pero abandonó su doctorado para empezar a trabajar en consultoría ambiental. Allí, además de llevar temas de licencias y análisis de empresas ambientales, de forma un poco aleatoria comenzó a realizar tareas de comunicación, redes sociales, mantenimiento de la web, etc. Su trayectoria profesional cambió cuando creó su propio blog sobre sostenibilidad: “Empecé a aprender de forma autodidacta todo el tema de la comunicación y el marketing para darle visibilidad al blog”. Lorena cuenta que, con el tiempo, algunas empresas empezaron a contactarla, tanto para ser promocionadas en su web como para pedirle asesoramiento. Ahora se dedica en exclusiva a temas de comunicación y marketing, con el foco en empresas sostenibles y sociales.

En su opinión, llegar al marketing desde una formación ambiental “ha sido un valor añadido”, pues le ha permitido centrarse en una serie de marcas y empresas concretas que quizá “de otra manera habría sido complicado alcanzar”. No es el único motivo por el que cree que perfiles atípicos como el suyo “son muy interesantes para cualquier empresa”. En los trabajos que ha tenido hasta el momento, le han dicho que lo que más valoran de ella es que “se adapta a cualquier cosa y aprende fácilmente lo que sea”. “Tanto si me ponen en un departamento como en otro, yo encajo”, añade.

Emprender: la primera vía para quienes buscan un cambio de rumbo

Cuando Lorena decidió que su trayectoria profesional pasaría por el marketing y la comunicación, decidió emprender. Y si bien el emprendimiento no tiene nada de sencillo, para ella ha sido la vía “fácil” que le ha permitido poder llevar a cabo ese giro profesional. “Quizá al buscar en una empresa concreta, o en una agencia, me habrían pedido más estudios formales, mientras que en este caso no ha sido tan necesario”. Por ello, lo ve como una opción “interesante” sobre todo “para la gente que quiere cambiar de rumbo, de sector o de trabajo de la noche a la mañana”.

Pasar por la casilla del emprendimiento puede ser, además, una ventaja si después quieres volver a trabajar como asalariado, pues tal como explica Ruiz, puede servir para acreditar los conocimientos y la experiencia que las empresas demandan. “Si has montado por tu cuenta un e-commerce y no ha funcionado, pero has aprendido cómo hacer un marketplace o cómo usar Amazon como plataforma, te has peleado buscando proveedores, has hecho pruebas de producto, de precio… Todo esto aporta mucho valor”. Te servirá para “demostrar que te creces ante los retos y buscas maneras de encontrar soluciones”.

¿Qué ganan las empresas con un perfil atípico?

Según la visión de Recursos Humanos aportada por Lois, uno de los aspectos positivos de este tipo de candidatos es precisamente lo que puede aportar a la empresa el hecho de proceder de un sector o trayectoria distinta a la habitual, lo cual puede traducirse en una visión más global, un punto de vista alternativo o una mayor diversidad en el equipo. Sin embargo, este factor no es suficiente para garantizar el éxito en la búsqueda de empleo para las personas con un perfil atípico: el tipo de puesto que estén buscando y sus experiencias previas tienen una importancia clave.

Sectores y tipos de empresas que apuestan por lo inusual

“La persona siempre deberá tener un conocimiento sobre lo que se está pidiendo en la oferta”, remarca Arancha Ruiz. Esto hace que los cambios de timón en la vida laboral sean más fáciles de asumir en ciertas disciplinas o sectores, mientras que en otros como las ciencias de la salud o las ingenierías, las diferencias pueden convertirse en una barrera casi infranqueable. “Sin embargo, en aquellos puestos donde lo que prime sea la actitud, las habilidades blandas, la gestión de personas, la visión a largo plazo… entonces sí que tenderá a haber más flexibilidad o facilidad de cambio”, evidencia Lois.

Según los expertos, también será más fácil en los sectores relacionados con la digitalización, pues el mercado busca perfiles con conocimientos de las funciones digitales. “Al final lo que se busca es que tengas ese conocimiento. Muchos perfiles son autodidactas, y al mercado eso le parece bien”, comenta Ruiz. El caso de Lorena es un buen ejemplo de esta circunstancia: “He ido haciendo pequeños cursos de SEO, de posicionamiento en redes sociales, y también formándome en aspectos ligados a marcas sostenibles, pero nunca he hecho ningún máster”, asegura.

El tipo de empresa también puede marcar la diferencia a la hora de valorar en positivo o negativo a un candidato atípico. En general, en las grandes empresas es donde más predomina la “titulitis”, mientras que en una empresa joven es más probable que hagan el esfuerzo de considerar a un candidato más allá de su carrera universitaria. En opinión de Lois, “si eres espabilado y te estás moviendo, no tendrán ningún problema con que tu perfil sea atípico o multidisciplinar”, asegura Lois.

La experiencia también influye

El nivel de exigencia de la empresa también va ligado al nivel de experiencia del candidato. “Si estamos buscando un perfil júnior, la experiencia importa menos, ya que asumes que le vas a enseñar casi todo de cero. Pero si lo que buscas es un perfil sénior, entonces sí importa en qué haya trabajado antes la persona”, comenta Arancha Ruiz.

Para Roque Lois, el factor que puede dificultar la incorporación al mercado laboral de un perfil atípico puede tener más que ver con la pasividad laboral que con contar o no con la experiencia “adecuada”. “Si llevas 15 años como contable de una empresa, te costará cambiar. Pero si has sido contable de empresa y luego has asumido un nuevo proyecto y has pasado tres años en una empresa online… es más probable que te cueste menos moverte que si has permanecido en un nicho muy concreto”, considera.

En definitiva, “es más que probable que guste a las empresas el hecho de que hayas hecho muchas cosas y te hayas expuesto a muchas experiencias, formales e informales”, coincide Ruiz. “Si algo gusta es que la gente venga con recursos”.

Aspectos que hacen desconfiar a las empresas

Por supuesto, ante un profesional con un recorrido atípico, la empresa asume un riesgo. Su contratación es más una apuesta por el potencial que por una experiencia demostrada. Puede preocupar la posibilidad de que sea un candidato que fácilmente se aburra o no termine de encajar en ningún trabajo y que por ello esté constantemente probando cosas nuevas. Aunque es cierto que hoy en día “el prejuicio sobre los cambios frecuentes de trabajo está desapareciendo, si son cambios de seis meses en seis meses, saltan las alertas”, comenta Ruiz.

Contratar a un trabajador sin experiencia o formación en un determinado puesto o sector lleva implícita, a su vez, la posibilidad de que el candidato descubra que el nuevo trabajo no resulta ser lo que pensaba y termine decepcionando. “Los cambios de trabajo pueden ser más o menos agresivos en función del salto que se dé, en términos de sectores y en términos de puestos. Si pasas a otro sector y este no es diametralmente opuesto al anterior, seguramente será un cambio agradable, con nuevos retos, aprendizaje… Pero si haces un cambio de sector y de puesto más radical puedes exponerte a encontrarte como un pulpo en un garaje, y eso hay que tenerlo en cuenta”, comenta Lois.

Explicar con coherencia tus giros laborales, clave para brillar en la entrevista

Llegado el momento de enfrentarte a una entrevista de trabajo, si hay un punto clave que debes dominar es el dar coherencia al relato que explica tus giros laborales. “Siempre debe haber un porqué que explique esos cambios”, enfatiza Ruiz.

Otro de los aspectos clave para el entrevistador, según Lois, consistirá en confirmar que tienes un interés real en el sector. Por este motivo es importante que estés preparado para justificar los aspectos que te atraen del puesto y el sector al que te presentas y puedas justificar qué activos profesionales de tu experiencia anterior pueden servirte para tener éxito en ese nuevo trabajo. La clave está en “buscar lo que tienes y demostrar qué puede aportar ese bagaje”.

En este sentido, te será muy útil aportar referencias. Frente a la formación, esto fue precisamente lo que le exigieron sus clientes a Lorena: “Nunca me han pedido que acredite mis conocimientos. Sí que me han pedido, en cambio, que les diga con quién he trabajado o les muestre mis proyectos”.

En opinión de Ruiz, las empresas siempre buscan tres cosas: “capacidad constante de aprendizaje, persistencia y habilidad para colaborar. Porque al final las organizaciones, cada vez más, se basan en mantener relaciones y generar colaboraciones”. Por lo tanto, bajo estas premisas, proceder de otras experiencias puede convertirte en un candidato valioso, porque tendrás el talento que actualmente las empresas necesitan. Solo necesitas saber transmitirlo.

Foto de WTTJ

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