Cómo triunfar en una entrevista de trabajo con mascarilla

25 sept 2020

5 min

Cómo triunfar en una entrevista de trabajo con mascarilla
autor
Laia Antúnez

Freelance Content Creator

Muchas empresas siguen optando por mantener sus procesos de selección a distancia, pero otras prefieren volver a la oficina y recuperar las entrevistas presenciales. Sin embargo, el hecho de que tanto el entrevistador como el candidato lleven mascarilla cambia por completo las reglas del juego y añade al proceso un nuevo nivel de complejidad que te obligará a modificar la manera de expresarte y desenvolverte. Estas son algunas claves que te ayudarán a encarar la entrevista de una manera óptima y harán que la mascarilla solo sea una barrera para el COVID-19, pero no para tu éxito.

Comunicación verbal

Una entrevista de trabajo es, ante todo, una conversación que tiene como objetivo que el entrevistador conozca al candidato y determine si es la persona adecuada para ocupar el puesto, y que el candidato pueda ampliar la información de su candidatura y descubrir si la empresa encaja con sus expectativas. Sin embargo, la mascarilla impide leer los labios de la persona que habla, lo cual puede dificultar la comprensión. A eso hay que sumarle que el hecho de que el tejido bloquee la salida del aire también amortigua el sonido y hace que las palabras suenen menos fuertes. Para sobreponerte a estos impedimentos, te recomendamos:

1. Construye un mensaje eficiente

Antes de hablar, párate a pensar un instante y estructura bien aquello que quieres explicar. Cuando tengas claro tu mensaje, evita ser redundante y ve al grano: con mascarilla, prepárate para utilizar frases cortas y concisas, que condensen tu discurso de manera efectiva (reserva la retórica y las oraciones subordinadas para otro tipo de discursos). Tu interlocutor lo agradecerá y la entrevista se hará mucho más llevadera.

2. Controla el habla

Evita levantar en exceso el volumen de tu voz. Distorsiona la calidad del habla y no sonarás natural (por no decir que al entrevistador le podría resultar molesto o incluso maleducado). Lo ideal es que utilices el volumen habitual, pero que pienses en hablar ligeramente más despacio para que el interlocutor pueda seguir mejor la conversación. No hay prisa, así que antes de iniciar una nueva frase puedes intentar aplicar esta fórmula: respira, espera un segundo y habla. Y, sobre todo, vocaliza bien, pero sin sobrearticular más de lo necesario.

3. Comunícate con tu interlocutor

Esto de las entrevistas con mascarilla es algo nuevo para todos. Es posible que ambos debáis escuchar con más atención de lo habitual para entenderos, por lo que tendrás que cultivar la paciencia. Si tienes problemas para oír a tu interlocutor, comunícaselo, incluso puedes pedirle que te aclare algún concepto o que repita alguna idea o palabra que acabe de pronunciar. Y puesto que con la mascarilla puesta será más difícil tratar de adivinar los gestos del entrevistador, no dudes en hacerle preguntas. ¿Crees que alguna de tus respuestas no ha quedado lo suficientemente clara? Ofrécele la oportunidad de explicarlo de nuevo o de darle más información, para que no haya confusión y no quede nada en el tintero.

4. ¡Ensaya!

Preparar una entrevista significa conocer bien el puesto al que optas y el perfil de la empresa, así como tener claro qué es lo que buscas con ese empleo. En época de COVID-19 también puede suponer ensayar para poner a prueba tu capacidad para conversar y desarrollarte con la mascarilla y el distanciamiento social durante todo el tiempo que pueda durar la entrevista. Es el momento de que padres, amigos y parejas finjan ser entrevistadores y te ofrezcan consejos para mejorar. Grabar un vídeo de una entrevista simulada también te ayudará a detectar si se te oye con claridad o si tu lenguaje corporal comunica bien tu mensaje.

Comunicación no verbal

No todo se limita a las palabras y al discurso que pronunciamos. La comunicación no verbal complementa nuestra manera de expresarnos, y esto incluye desde la ropa que vestimos hasta la postura que adoptamos al sentarnos. Con la mascarilla puesta, cuidar todos estos ingredientes se vuelve todavía más necesario para alcanzar nuestra meta comunicativa.

5. Elige la mascarilla adecuada

La entrevista no es buen momento para elegir mascarillas con mensajes o con adornos brillantes que puedan distraer la atención (deja en casa esa mascarilla con estampado tropical o con la sonrisa del Joker impresa). Abandona la tentación de lucir escudos y logos (al entrevistador no le interesa saber si eres hincha del FC Barcelona o seguidor de los Rolling Stones) y apuesta por las mascarillas de colores lisos o con estampados neutros. No hace falta que combine con tu atuendo, pero lo ideal es que tampoco chirríe. Si no lo tienes claro, la mascarilla higiénica desechable que se vende en farmacias y supermercados siempre es una buena opción. El objetivo es que el entrevistador se olvide de tu mascarilla y se concentre en la conversación.

6. Cuida la higiene

Seguro que no te presentarías a una entrevista de trabajo con la camisa manchada. Pues esa misma norma hay que aplicarla a la mascarilla: debe de estar perfectamente lavada, en el caso de que sea una mascarilla reutilizable, o recién sacada del paquete si se trata de una desechable. No es solo una cuestión de apariencia, también es la manera de asegurarte de que la mascarilla está en perfecto estado y cumple con su cometido: que estés protegido y protejas a los demás.

Por otra parte, evita tocarla constantemente para recolocarla mientras hablas ya que, además de ser antihigiénico, podría transmitir a tu interlocutor una sensación de inseguridad. Para que esto no suceda, pruébala antes en casa y asegúrate de que eliges la que mejor se ajuste a tu cara. Y otro consejo: llevar una mascarilla de recambio te puede salvar ante cualquier imprevisto, como una goma que se rompe o una mancha inesperada de pintalabios.

7. Respeta el espacio del entrevistador

Contacta con el entrevistador antes del encuentro y pregúntale de forma educada cuáles son las políticas de COVID-19 que la empresa tiene en vigor o si hay alguna recomendación sanitaria específica que necesites tener en cuenta el día de la entrevista. Llegado el momento, mantén las pautas de distanciamiento social establecidas en cada momento y, de entrada, no estreches la mano ni toques al entrevistador. Si te saluda con el codo y te sientes cómodo, respóndele con el mismo gesto. Pero deja que sea él o ella quien tome la iniciativa. Es imposible saber cuál es la sensibilidad de cada persona hacia las recomendaciones sanitarias y de esta forma mostrarás respeto y consideración.

8. Trabaja tu power pose

Este consejo, que es bueno para cualquier entrevista de trabajo ordinaria, gana mayor importancia en un contexto en el que las expresiones faciales no son claramente visibles y las reacciones se hacen más difíciles de descifrar. Tu cuerpo también habla y, por eso, cuando estés delante de tu interlocutor:

  • Mantén la espalda recta, los pies anclados en el suelo y el torso relajado. Transmitirás confianza.
  • Evita encorvarte y recostarte hacia atrás en la silla.
  • Intenta que las manos estén visibles, pero evita jugar con bolígrafos o papeles, ya que puede denotar nerviosismo.
  • Conserva una postura abierta y accesible, con los brazos sin cruzar y con el cuerpo ligeramente inclinado hacia delante, indicando que tienes interés en la conversación.
  • Establece contacto visual con el entrevistador de manera frecuente, pero sin fijar la mirada. Y si tienes varios interlocutores: pasa de uno a otro, para incluirlos en la conversación.

9. Activa la sonrisa, los ojos y las manos

Mostrarte como una persona positiva puede ser el ingrediente que haga decantar la balanza del entrevistador. Así que evita las expresiones neutras: a pesar de llevar mascarilla, si sonríes, tu interlocutor podrá detectarlo gracias a la elevación de tus mejillas y a las arrugas que se generan alrededor de tus ojos o en la parte superior de tu cara. La mirada también te puede ayudar a expresar infinidad de estados de ánimo y sentimientos. Puedes jugar sutilmente con ojos y cejas para transmitir el tono de tu mensaje. Por último, utiliza el movimiento de las manos para enfatizar tu discurso, pero evita gesticular en exceso ya que podría parecer que estás sobreactuando.

Y por último ten en cuenta que…

Incluso en los tiempos que corren existe el riesgo de encontrarnos con alguien que opte por no utilizar la mascarilla en los espacios cerrados (en los que no hay nadie para verificar si se cumplen las reglas) o no respetar la distancia de seguridad. Si fuese el caso de los trabajadores de la empresa o de la persona que te está entrevistando, piensa que quizás la salud de los empleados no esté entre sus prioridades. Pero no te desanimes: la mayoría de empresas son extremadamente cuidadosas en el entorno actual y, si te encontrases en esta situación, te servirá para determinar si ese es el lugar en el que realmente quieres trabajar.

Foto de WTTJ

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