¿Te han despedido? 5 consejos para superar el duelo por la pérdida de empleo

21. 7. 2020

8 min.

¿Te han despedido? 5 consejos para superar el duelo por la pérdida de empleo

Rupturas del periodo de prueba, despidos por motivos económicos, reestructuraciones… La crisis del coronavirus ha dejado a muchas personas sin empleo de la noche a la mañana. Según el Instituto Nacional de Estadística, más de medio millón de personas en España han perdido su trabajo debido a la crisis. La tasa de desempleo ha aumentado en un 14,4% y se estima que superará el 20% a finales de año. ¿Formas parte de las personas que se han visto afectadas por la crisis y te estás preparando para marcharte de tu empresa sin saber qué te depara el futuro? Esta puede ser una situación difícil: es normal que te preguntes cómo pasar página y superar la pérdida del trabajo.

Perder tu empleo es una dura prueba que la psicóloga clínica Alix Gautier conoce muy bien, pues su trabajo en la empresa de consultoría y asesoría Transitions Plus consiste en orientar a los directivos que pasan por una situación de crisis laboral y ayudarles a volver a levantarse tras una transición profesional complicada. La psicóloga nos cuenta cómo afrontan las personas estos momentos decisivos de sus carreras.

¿Por qué se compara la pérdida del trabajo con un duelo?

Perder el empleo puede causar mucha preocupación y sumergirte en un mar de emociones negativas como la ira, la tristeza o la incomprensión, y es por ello que a menudo se compara esta experiencia con la de un duelo. Pero desde el punto de vista psicológico, ¿es una comparación razonable o, por el contrario, un poco exagerada?

“El duelo va asociado a una pérdida”, explica Alix Gautier. “Como seres humanos, estamos destinados a afrontar duelos a lo largo de toda nuestra vida: ya sea la pérdida de un ser querido, de un trabajo, de una casa…”.

Conocer los mecanismos psicológicos asociados al duelo permite entender mejor lo que una persona experimenta al perder su empleo, aunque en proporciones un poco diferentes, explica la psicóloga, que estudió el duelo cuando trabajaba en cuidados paliativos: “Sin querer jerarquizar la importancia de las diferentes experiencias de pérdida ni el sufrimiento que producen, los mecanismos psicológicos son similares”.

Una situación que te obliga a adaptarte, quieras o no

Hay muchas situaciones que pueden llevarte a vivir un duelo por un empleo. Desgraciadamente, la más común es el despido, tanto si es por motivos económicos como por otra razón. “Cuando te despiden, debes marcharte de tu empresa en contra de tu voluntad. Esto significa que debes separarte psicológicamente de ese lugar y del equipo con el que has trabajado”, precisa Alix Gautier. Al igual que después de una ruptura amorosa, las personas necesitamos un poco de tiempo para asimilar el cambio.

Toda alteración radical del ambiente laboral requiere una adaptación. Sin embargo, la experiencia es diferente en función de si se trata de algo que tú mismo has elegido o si te ha sido impuesto. Por ejemplo, si te marchas voluntariamente de la empresa (en el caso de una renuncia o una rescisión del contrato por mutuo acuerdo), el hecho de haber tomado la decisión por ti mismo te ayuda a aceptar la nueva situación, puesto que la controlas parcialmente, y eso lo cambia todo: cuanto más controlas la situación, menos sufrimiento te causa y más sencillo resulta pasar página.

Etapas del duelo: lo que te ocurre cuando atraviesas una situación dolorosa

Pero ¿qué pasa en tu cerebro cuando pierdes el empleo? La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, que trabajaba con pacientes terminales, ha identificado las diferentes fases que atraviesa una persona durante el duelo, que se conocen como las “etapas del duelo”. Sus observaciones corresponden muy bien a los estados emocionales que solemos experimentar al afrontar la pérdida de un empleo:

  • La negación y el estado de shock: te niegas a aceptar lo que sucede y te sientes aturdido y paralizado ante eventos que cambian el curso de tu vida.
  • La ira: intentas revelarte, tienes un gran sentimiento de injusticia y buscas culpables (por ejemplo, tu antiguo mánager).
  • La negociación: deseas llegar a un acuerdo o negociar contigo mismo y buscas excusas para no avanzar.
  • La depresión: estás decaído, tienes ganas de rendirte y te dejas llevar por la tristeza.
  • La aceptación: asimilas poco a poco lo que ha ocurrido, sientes menos dolor y logras aceptar la situación para seguir adelante.

A pesar de que este modelo teórico nos permite entender mejor la montaña rusa por la que pasamos en tiempos de crisis, no todas las personas que afrontan una pérdida atraviesan sistemáticamente todas las etapas, puntualiza Alix Gautier: “No hay un proceso estándar o un esquema preciso sobre cómo debemos sentirnos. No necesariamente vamos a pasar por todas las etapas descritas, no son obligatorias”. Cabe destacar que el duelo no es algo lineal, sino que a menudo hay idas y vueltas entre las diferentes etapas.

Todos vivimos el duelo de forma diferente

Perder un trabajo que te gustaba mucho o renunciar a un puesto que no te satisfacía son dos cosas completamente distintas. La pérdida de un empleo es una situación que puede variar mucho de una persona a otra. Incluso si te despiden por motivos económicos, tu percepción será distinta de la de tus compañeros, aunque aparentemente estéis pasando por lo mismo. Alix Gautier explica el porqué: “Hay muchos factores que intervienen: la antigüedad en la empresa, el nivel de compromiso, el puesto en la jerarquía, los antecedentes personales, etcétera”.

Consejos para superar el duelo y seguir adelante

Al igual que en todo proceso de duelo, lo más importante es seguir adelante a pesar de la crisis, con el fin de reforzar poco a poco la autoestima, que se ha resentido, y retomar lentamente el camino. Pero esto no se logra de la noche a la mañana. “Cerrar el capítulo de un empleo de forma adecuada es esencial para saber volver a levantarse más tarde”, destaca Alix Gautier, y para ello lo primero que necesitas es tiempo.

1. Cuida de ti mismo

La pérdida de un empleo supone un shock. Te guste o no, esta experiencia altera completamente tu día a día, tergiversa tus emociones y genera incertidumbre respecto al futuro. En estas épocas de caos, es fundamental que te tomes un tiempo para respirar, reencontrarte, y cuidar de ti mismo y de tu salud. Cuando estás en medio de una crisis, no es el momento de tomar decisiones sino de encajar y asimilar el golpe. “Las reacciones son muy singulares y específicas en cada persona, pues la pérdida puede impactar a diferentes niveles”, explica Alix Gautier. “A veces logras mantener el ánimo, pero tu cuerpo se resiente. Los trastornos del sueño, del estado de ánimo o de la alimentación son indicadores que dicen mucho”.

Cuidarte significa prestar atención a tu descanso, mantener un ritmo normal, y hacer deporte y otras actividades que te beneficien: por ejemplo, crear rutinas saludables que den cierta estructura a tu vida.

2. Haz balance y analiza tu historia

Para seguir adelante, es necesario tomar distancia para interiorizar y aceptar poco a poco lo que te ha sucedido. Después, puedes intentar verle el lado positivo: “Es importante hacer un balance objetivo del trabajo que has perdido. Las cosas no son blancas o negras, por lo que debes preguntarte qué conclusiones sacas de la situación y qué lecciones has aprendido que puedan serte útiles para el futuro”, explica Alix Gautier. La capacidad de analizar tu recorrido con calma es clave para superar la crisis.

Según la psicóloga, hacer balance mejora tu capacidad para gestionar la ambigüedad de la situación: “Puedes identificar los puntos positivos y negativos de tu último empleo con el fin de conservar lo positivo y aclarar lo que harás a continuación. Podría ser la ocasión ideal tanto para definir tus necesidades respecto a tu próximo empleo, como para darte cuenta de todo lo que has aprendido”. Sin embargo, no hay duda de que es mucho más fácil realizar este trabajo si cuentas con ayuda.

3. Encuentra las palabras adecuadas para hablar de este momento difícil

¿Cómo puedes contar lo que te ha sucedido de manera simple y sin vergüenza? ¿Qué les vas a decir a tu pareja, a tus hijos, a tus amigos y a tus familiares? ¿Cómo anunciarás tu marcha a tus compañeros? Con frecuencia, tenemos miedo de afrontar los prejuicios de las personas que nos rodean, pero la fase de exteriorización es un elemento importante para poder pasar página. Así pues, ¿cómo hablar de tu situación y asumirla?

Para Alix Gautier, aquello de lo que estás dispuesto a hablar es un indicador del punto del proceso de duelo en el que te encuentras. Esto es muy importante para preparar tu siguiente paso: “A menudo, no nos damos cuenta de la importancia de comunicarnos de manera adecuada. En este caso, debemos comunicarnos tanto con los antiguos compañeros de trabajo como con las personas fuera de la empresa. Y para una buena comunicación, es necesario prepararla con antelación. Así pues, pregúntate a quién debes dar la noticia, cómo hacerlo, cuándo, y cuál es el mensaje que deseas transmitir”.

Para comunicarte, es importante tener las ideas claras, y eso es difícil de lograr cuando estás en caliente. Una buena idea es, por ejemplo, preparar el mensaje que deseas transmitir tanto a tus antiguos compañeros y clientes, como a las personas cercanas que te harán preguntas en la próxima reunión familiar. Encontrar las palabras indicadas para hablar de la situación también es un elemento clave en tu futura búsqueda de empleo, pues contar tu última experiencia de la forma más positiva posible dará una mejor imagen de ti a los entrevistadores.

4. Redefine tu identidad y tu relación con el trabajo

Perder el empleo no solo afecta a la autoconfianza sino también a la imagen que tienes de ti mismo. Es una experiencia que te obliga a redefinir completamente tu identidad profesional (“Me llamo X y trabajo en la empresa Y”). Herminia Ibarra, economista y especialista en comportamiento organizacional, además de profesora en la London Business School (y anteriormente en la escuela de negocios francesa INSEAD), ha escrito mucho sobre lo que define como “identidades de transición” y destaca la obligación que tienen las personas de redefinir su identidad profesional con cada giro de su carrera. Se trata de una maniobra psicológica que puede requerir mucho esfuerzo.

Una pérdida puede llevarte a cuestionar tu relación con el trabajo: ¿qué lugar deseas que este ocupe en tu vida en el futuro? “Si tiendes a definir tu identidad social a través del trabajo, perder tu empleo puede alterar tu equilibrio y hacer que te preguntes qué te queda tras el trabajo”. Alix Gautier constata con frecuencia que esta pérdida desestabiliza la identidad de las personas. Así pues, es necesario volver a definirlo todo para poder avanzar. Debes preguntarte: “¿Cuáles son mis deseos y mis necesidades? ¿A qué me gustaría consagrar una parte de mi vida?”. Esta puede ser la ocasión ideal para pensar detenidamente qué lugar ocupa el trabajo en tu vida.

5. Rodéate de las personas adecuadas y atrévete a pedir ayuda

Es más fácil afrontar este tipo de situaciones si cuentas con la compañía de otras personas. El apoyo de tus conocidos, familiares y amigos es fundamental. Sin embargo, su presencia a veces puede resultar contraproducente, pues podrían presionarte y generarte sin querer más ansiedad, al proyectar sus miedos y angustias en ti. ¡Y esto es lo último que necesitas en un momento de incertidumbre! Alix Gautier añade que también puedes pedir ayuda a un profesional, como un consultor, un mentor o un psicólogo.

“Es importante no tener miedo de pedir ayuda”, concluye Alix Gautier. Recibir el apoyo de las personas que te rodean o de tu red de contactos puede darte el impulso necesario para pasar página. A su vez, te permitirá analizar con calma lo sucedido y utilizar también el apoyo de los demás para buscar empleo. No siempre es fácil pedir ayuda, pero como explica la psicóloga, “ser capaz de hacerlo es una forma de demostrar a esas personas que también podrán contar contigo cuando lo necesiten”.

Es indudable que perder tu empleo pone a prueba tu resiliencia, es decir, tu capacidad de recuperarte y adaptarte ante la adversidad. Analizar el lugar que ocupa el empleo en tu vida, recibir ayuda y tomarte el tiempo de convertir este fracaso en algo positivo te ayudará a reencontrar poco a poco el camino y a sanar tu autoestima. Asimismo, esta transición profesional podría ser la ocasión perfecta para emprender un cambio. Por lo tanto, en lugar de verla como algo negativo, atrévete a sacarle el máximo partido y construir algo mucho mejor.

Traducido por Andreína Gil

Foto de WTTJ

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