El jefe y tú: ¿cómo dirigir a quien dirige?

11 mai 2019

3min

El jefe y tú: ¿cómo dirigir a quien dirige?

¿Te frustra la relación que tienes con tu jefe? No eres el único. Según un estudio realizado por Future for Work Institute, casi la mitad de los españoles abandonan su puesto de trabajo por culpa de su jefe. La buena noticia es que puedes influir sobre él y hacer que mejore vuestra relación. Según Hélène Jacob, autora de varios libros sobre el tema, “el trabajador es responsable al 50% de la relación que tiene con su superior”. Queremos darte unos consejos sencillos para que consigas transformar a tu jefe en un “superjefe”.

Debéis tener una relación sana

Estáis en contacto a diario. Dirige todo lo que haces, te evalúa y tiene un poder considerable sobre tu futuro en la empresa. Tienes que conseguir convertirte en su aliado y evitar que te ponga piedras en el camino. Para ello es fundamental crear una relación sana.

Tu jefe es una persona como cualquier otra: aprende, comete errores y te necesita para progresar. Aprovecha siempre que puedas y transmítele tu opinión (positiva o negativa) para ayudarle.

1. Explícale tu manera de trabajar

¡Sorpresa! Tu jefe no es adivino. Cada trabajador tiene sus propias expectativas: unos necesitan directrices claras, otros prefieren trabajar de manera autónoma, a algunos les gustan los retos, otros necesitan que les escuchen, etc. Explícale cómo trabajas tú y pídele que te detalle cómo trabaja él. Es conveniente que defináis juntos una manera de trabajar que os convenga a los dos.

2. Aprende a expresar tus necesidades con la CNV

La CNV (comunicación no violenta), desarrollada por el doctor en psicología Marshall Rosenberg, incluye cuatro pasos:

  • Observación: describe los hechos de manera objetiva.
  • Sentimiento: explica lo que sientes.
  • Necesidad: indica lo que necesitas.
  • Petición: expresa lo que quieres de manera clara y positiva.

Por ejemplo: “Ayer, cuando explicaste que había cometido un error en el expediente X (observación). Me sentí incómodo y avergonzado (sentimiento). Necesito tu confianza y el respeto de mis compañeros (necesidad). Para mantener una buena relación con todos, te ruego que la próxima vez me lo digas a mí antes (petición). ¿Te parece bien?”.

3. Instaura un diálogo constructivo

Cuando surja un problema o un desacuerdo y tengas que comunicárselo a tu jefe, no le transmitas únicamente el problema sin proponer soluciones. Tampoco presentes tus soluciones de manera agresiva y deja una puerta abierta al diálogo. Expón los hechos, propón varias soluciones posibles (con sus ventajas y desventajas) y pídele su opinión.

4. Cumple con tu parte del contrato

Antes de reprocharle algo a tu jefe, define sus expectativas y asegúrate de estar respetándolas. Se mostrará más receptivo a tus comentarios si ve que cumples con tu trabajo honestamente.

La magia del feedback positivo

Es más fácil comentar cuando alguien hace algo mal que cuando alguien hace algo bien. Sin embargo, la crítica positiva es un arma muy eficaz para conseguir que alguien cambie su manera de comportarse. ¿Qué jefe quiere que su equipo le odie? Ninguno. Lo que pasa es que no todos saben cómo proceder. Un comentario positivo enseguida se convierte en una referencia a seguir. Paul Devaux, al mando del gabinete de coaching Orygin, asegura que existen tres tipos de comentarios positivos:

  • El que propone una alternativa e implica una comparación: “Prefiero cuando me orientas a tener que lanzarme solo a investigar”.
  • El que refuerza algo que nos gusta. Sugiere seguir haciendo algo que ya se ha puesto en marcha: “Me siento mucho más eficaz y motivado desde que hacemos una reunión de equipo rápida por las mañanas”.
  • El reflexivo. Afecta a la persona con relación a algo que es importante para ella: “Veo que la creatividad es muy importante para ti”.

Entonces, ¿cómo hacer una buena crítica que oriente a tu jefe hacia la dirección que quieres? Asegúrate de que tu crítica sea como te indicamos a continuación y tus comentarios serán bien recibidos:

  • Objetiva. Debe ser real y basarse en hechos que no juzguen a la persona. Constrúyela a partir de tus observaciones.
  • Sincera. Debe ser honesta y transmitir emociones positivas.
  • Constructiva. Debe tratar de conseguir mejoras. Puede ser una recomendación sobre una manera de comportarse que puede ser introducida más adelante.

Un jefe ideal sabe adaptar su modo de dirigir a cada uno de sus colaboradores, tiene autoridad sin mostrarse autoritario y sabe motivar a su equipo. Esta capacidad de liderazgo suele condicionar la manera en la que lo perciben sus colaboradores. Pero pocos jefes consiguen ser buenos líderes sin ayuda de otros, como la de sus colaboradores más cercanos. Así que muestra tu mejor sonrisa, prepara una dosis doble de paciencia y convierte al jefe malhumorado, injusto, pasivo… en un jefe adorable.

Traducido por María Gutiérrez Alonso

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