Desarrolladores: cómo dar el salto de empleado a freelance

28 oct. 2019

5min

Desarrolladores: cómo dar el salto de empleado a freelance
auteur.e
Guillaume Guersan

Digital marketing @ FreelanceRepublik

Este artículo forma parte de la sección Behind the Code, dirigida especialmente a programadores. Para leer otros artículos similares –que incluyen experiencias, entrevistas a personas conocidas del mundo del desarrollo de software, o artículos de reflexión sobre la programación–, no dudes en consultar nuestra sección Behind the Code, disponible íntegramente en inglés.

Cerca de 11 millones de trabajadores de la Unión Europea eran autónomos en 2018, según un estudio de la empresa Malt. Aunque el trabajo de desarrollador se presta fácilmente al freelancing, pasar de ser empleado por cuenta ajena a autónomo es complicado y a menudo se cometen errores. ¿Te estás planteando hacerlo pero no te atreves a dar el paso? ¿Te gustaría conocer la experiencia de otras personas que ya hayan pasado por ello? Estás de suerte porque hemos entrevistado a varios programadores autónomos que consiguieron hacer el cambio con éxito.

Una transición progresiva

El cambio puede ser más o menos rápido. Esto dependerá a la vez de tu situación financiera y de si estás dispuesto a correr ciertos riesgos. La cuestión principal que tendrás que plantearte es la siguiente: ¿puedes permitirte no tener ingresos durante varios meses?

Jonathan Fidi, desarrollador front end sénior, decidió arriesgarse tras una primera experiencia profesional decepcionante. Tenía un contrato indefinido y sin embargo se lanzó como autónomo porque su estatus de asalariado no le complacía. Pero, aunque el cambio le salió bien, lo cierto es que le generó mucho estrés: “Conseguí trabajo enseguida, pero el dinero tardaba mucho en llegar a mi cuenta. Fue un poco agobiante, porque tenía que seguir pagando las facturas y el alquiler”.

La mayoría de las veces es menos estresante proceder de manera progresiva y tomarse tiempo para entender bien en qué consiste ser desarrollador freelance. Este nuevo estatus no solo implica tener que programar, sino ser capaz de gestionar asuntos jurídicos, contables, comerciales y administrativos. “Paralelamente a mi actividad como empleado en una start-up, comencé a ofrecer puntualmente mis servicios como desarrollador web y como formador, en régimen de autónomo”, explica Clément Camin, desarrollador web, sobre una situación laboral dual que también es posible en España. “Esto me permitió saber si realmente me apetecía hablar sobre los proyectos, conocer a los clientes, negociar, o intervenir en tareas diferentes de las que había hecho hasta el momento”, confirma.

Para ello, no tienes por qué trabajar por las noches y los fines de semana paralelamente a tu trabajo como empleado a tiempo completo. Una opción es negociar un contrato a tiempo parcial con tu empresa y dar el paso de manera progresiva, o tomarte unas vacaciones de varios meses y dedicarte de lleno al lanzamiento del proyecto.

Mueve tus contactos y redes para encontrar clientes

¡No siempre resulta fácil encontrar nuevos clientes cuando uno es freelance! Lo primero que hay que hacer es recurrir a tu red de contactos personal y profesional. “Mis amigos, mi familia y mis antiguos compañeros fueron los que me ayudaron a conseguir mis primeros proyectos”, cuenta Jonathan Fidi.

También te aconsejamos que te inscribas en plataformas de trabajo especializadas para trabajadores autónomos, como Malt o Freelancer, pues estas te permitirán ponerte en contacto con empresas que busquen programadores. Etienne Folio, desarrollador y coach de Freelance Academy, recomienda además ponerse en contacto con empresas de servicios informáticos. ¡Y tampoco renuncies a las ofertas de empleo clásicas que ofrecen contratos temporales o indefinidos! Te sorprenderá saber que muchas empresas no son tan cerradas como parece en lo que respecta al tipo de contrato.

Intenta además aumentar tu visibilidad en Internet para atraer a clientes y dar a conocer tus habilidades. Para ello, no hay nada mejor que tener un blog personal. Este no solo pondrá de relieve tu experiencia técnica, sino que mostrará que tienes la suficiente seguridad y confianza en ti mismo como para compartir tus conocimientos. Destacará además tu capacidad de transmitir y organizar ideas, algo que tus futuros clientes apreciarán. Tampoco dudes en asistir a conferencias y meetups** para conocer a otros desarrolladores y aumentar tu red de contactos. Por último, no olvides que contribuir a proyectos open-source también puede resultar una excelente manera de mostrar tus habilidades y hacer crecer tu lista de contactos.

Sé exigente desde el principio

Es importante que te muestres exigente desde el comienzo de tu actividad, tanto en lo que respecta a tu tarifa diaria como al tipo de trabajos que aceptes.

Seguramente, al principio te resulte difícil estimar tu valor en el mercado. Para ello, no dudes en consultar las tarifas diarias medias de otros desarrolladores autónomos en las plataformas web especializadas, o incluso en ponerte en contacto directamente con ellos. Pero, sobre todo, una vez que hayas optado por una tarifa, ¡no la cambies! Muchos programadores aceptan bajar sus tarifas fácilmente y demasiado rápido cuando se lo piden sus primeros clientes. Si lo haces, probablemente te confíen más proyectos pero tu trabajo se verá infravalorado.

Por otro lado, te aconsejamos que seas selectivo desde el principio con las tareas que te propongan. Los desarrolladores freelance suelen cometer a menudo el error de aceptar todas los proyectos que les ofrecen al principio, por miedo a no recibir otras propuestas. Clément Camin explica: “Al principio era poco exigente, porque no sabía muy bien lo que me esperaba y me daba miedo no tener clientes, pero ahora… ¡me pasa justo lo contrario! Me permito elegir a las personas con las que trabajo, los proyectos, e incluso las tecnologías de desarrollo web que utilizo”.

Establece criterios que sean importantes para ti, anótalos en un papel y respétalos al máximo. Esto te ayudará a no venirte abajo trabajando continuamente en proyectos que no te interesan. En el mejor de los casos perderás tiempo y dinero y, en el peor, mancharás tu reputación haciendo mal los proyectos bajo pena de no poder respetar los plazos de entrega.

Sé igualmente exigente con la forma y no aceptes empezar a trabajar hasta que el presupuesto esté firmado y te hayan enviado un documento que describa de manera precisa lo que esperan de ti. Contentarse con un simple acuerdo oral es un error habitual que luego genera frustraciones a lo largo del proyecto con respecto al precio, los plazos, las modalidades de pago o incluso al propio alcance del proyecto.

No olvides que cuanto más te motive el proyecto (y cuanto mejor definida esté), más probabilidades tendrás de satisfacer al cliente. Y un cliente muy satisfecho vale más que varios clientes medio satisfechos. ¿Por qué? Porque el cliente que aprecie tus servicios hablará de tu buen trabajo y te recomendará a otras empresas, ¡y eso te ayudará a encontrar otros trabajos!

Descansa lo suficiente

Uno de los errores que cometen más a menudo los desarrolladores que se lanzan al mercado freelance es no descansar lo suficiente.

Clément Camin hizo el experimento. “Cuando estás de vacaciones no ganas dinero, ya que facturas por días trabajados, y esto puede resultar agobiante para muchos. Pero lo puedes superar entendiendo que trabajas para vivir, y no al revés. Ahora ya solo trabajo 4 días a la semana”, explica.

En efecto, puede resultar tentador trabajar más para ganar más. Pero ten cuidado con el burn out y el aislamiento que este puede provocar. ¡El truco está en definir horarios de trabajo máximos y respetarlos! Además, planifica semanas de descanso y no dudes en aumentar tu tarifa diaria para compensar los días sin ingresos.

Muchos desarrolladores se han planteado alguna vez hacerse freelance, pero pocos se han animado a dar el paso. Los obstáculos son numerosos y no es fácil encontrar información fiable. Pero recuerda que no tienes por qué hacer todas las gestiones solo, sino que puedes pedir ayuda. No dudes, por ejemplo, en recurrir a una gestoría o pedirle a alguien que te acompañe con la prospección. Así podrás dedicarle más tiempo a lo que realmente te gusta hacer, es decir, ¡programar!

Ilustración de Brice Marchal

Traducido por María Gutiérrez

Este artículo forma parte de la sección Behind the Code, dirigida especialmente a programadores. Para leer otros artículos similares –que incluyen experiencias, entrevistas a personas conocidas del mundo del desarrollo de software, o artículos de reflexión sobre la programación–, no dudes en consultar nuestra sección Behind the Code, disponible íntegramente en inglés.

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