5 claves para afrontar una entrevista con tus futuros compañeros

05 feb 2020

5 min

5 claves para afrontar una entrevista con tus futuros compañeros
autor
Javier Lacort

Redactor freelance especializado en tecnología y startups

Puede que estemos relativamente acostumbrados a las entrevistas de trabajo grupales en las que nos sentamos frente al reclutador acompañados de otros candidatos. No obstante, hay otro tipo de entrevista en grupo en el que se da la vuelta a este concepto: no son varios los candidatos que participan, sino que son varios miembros de la empresa los que están presentes, entrevistan al candidato de forma colectiva y tendrán voz y voto en su posible contratación.

Numerosas empresas han optado por incorporar a sus procesos de selección la entrevista con varios miembros del equipo. Si has llegado a esta fase, normalmente ya habrás convencido al seleccionador de que posees las aptitudes necesarias para el puesto. Por lo que el objetivo de este formato es que varios miembros del equipo, con diferentes responsabilidades en la empresa y distintos puntos de vista, conozcan a su posible futuro compañero y puedan evaluarlo según sus criterios. Es por ello que se trata de un paso que puede resultar tan decisivo o más que cualquier paso anterior del proceso de selección.

1. Sé tú mismo

El objetivo de estas entrevistas, en la que están presentes perfiles diferentes de la empresa, es conocerte a un nivel más personal. Una entrevista con tus futuros compañeros estará centrada en ver cómo te desenvuelves dentro del equipo y cómo respondes a preguntas que van más allá de tus habilidades profesionales.

No caigas en la tentación de preparar un discurso con el que presentarte ante la empresa y tratar de deslumbrar a tus entrevistadores, ya que podría resultar contraproducente: se te podría ver con una actitud forzada y poco natural. Además, en el caso de que superaras la entrevista y obtuvieras el puesto, no tardarías en ser descubierto: nadie puede mantener un personaje que no le corresponde por mucho tiempo.

¿Tu mejor arma? Ser sincero y honesto. Piensa que si resultaras contratado por los criterios equivocados, es muy probable que en realidad no encajes dentro de la empresa o con tus futuros compañeros y la situación acabe resultando incómoda para ti.

2. Investiga a la empresa

Cada empresa tiene su propia cultura y posee unos valores que prioriza frente a otros, y es muy probable que esté buscando a un trabajador que encaje con ese espíritu. Infórmate sobre los aspectos que forman parte del ADN de la compañía, en primer lugar, para saber si te interesa formar parte del equipo y si puedes a encajar en ella o no.

Por ejemplo, podrías descubrir que es una empresa tremendamente tradicional, con procesos y jerarquías muy marcados, o por el contrario, quizás sea una empresa que potencia la creatividad y adopta tendencias como los espacios de trabajo flexible o flex office. Conocer estas informaciones te ayudará a saber si tiene sentido comentar cuestiones relacionadas con la flexibilidad horaria o la posibilidad de trabajar desde casa, o si es mejor que te centres en los objetivos a largo plazo de la compañía.

Tanit de Pouplana, PR & Media Specialist en Cyberclick, cree que la importancia de los valores de la empresa en el proceso de selección es fundamental. “Si tienes la suerte de encajar en los valores que la compañía promulga, ya tienes mucho ganado. Es bueno que te enteres de cuáles son estos valores antes de la entrevista, también para saber si cuadras en ella, ya que esto va en una doble dirección”, explica.

3. Haz preguntas

Una entrevista de trabajo (y más con varios miembros del equipo) es una oportunidad de oro para establecer un diálogo y demostrar interés tanto por la empresa como por tus posibles futuros compañeros. Estas entrevistas suelen producirse en un ambiente más distendido que las entrevistas individuales, así que te ofrecen un escenario aún más favorable para que te intereses por los aspectos relacionado con la empresa, los equipos o los procesos.

Puedes hacer preguntas sobre entresijos de la compañía o el trabajo del día a día, sobre las herramientas que se usan en el departamento al que quizás accedas, sobre actividades de ocio en grupo que se suelan hacer (como la costumbre de comer juntos fuera un día a la semana) o sobre proyectos en los que esté trabajando la empresa. Esto te permitirá familiarizarte de antemano con lo que te vayas a encontrar si te incorporas a la empresa. No dudes en tomar notas.

Recuerda que no preguntar nada denotará desinterés por el puesto y por tus futuros compañeros, además de falta de motivación. Demuestra que no es el caso.

4. Acompaña tus respuestas de ejemplos concretos

Debido al tono distendido de este tipo de entrevistas grupales, es muy posible que tus potenciales futuros compañeros te pregunten por tus aficiones, pasiones, virtudes y aptitudes. Según aconseja Tanit, en este caso es importante que hables de temas que puedas acompañar de ejemplos. “Por ejemplo, si dices que eres creativo, apóyalo con alguna experiencia o un caso concreto de tu último trabajo que avale que lo que dices es cierto”.

En este punto, sí tiene sentido haber planificado ciertas respuestas: repasa con calma tu historial y tus vivencias para encontrar ejemplos que respalden lo que quieras comentar durante la entrevista. Esto te permitirá ser más reactivo ante las preguntas y evitar respuestas incoherentes.

Sin embargo, hay que tener cuidado con la preparación. “En algunas ocasiones, el candidato te responde con algo que no es lo que le habías preguntado. O suelta un discurso que se nota que es preparado y prácticamente solo habla él, eso no es lo que buscamos”, comenta Tanit. “Está muy bien que el candidato se explique, pero lo que buscamos es crear un diálogo. También recomiendo no obsesionarse con encontrar la respuesta perfecta, ya que no siempre existe. Lo importante es que lo que digas sea coherente con tu currículum”.

5. Sé profesional y cuida los detalles

Aunque llegar a esta fase del proceso de selección normalmente significa que ya has superado varios filtros previos, esto no significa que ya estés contratado, por lo que, ante todo, no te comportes como tal. Es más, puede que no seas el único en ese punto y que haya otros candidatos que se sometan a la misma entrevista grupal que tú. Ante un empate técnico entre varios candidatos que hayan convencido al mismo nivel en cuanto a experiencia y formación, los detalles pueden ser decisivos.

Según cuenta Tanit, “nosotros en este tipo de entrevista solemos ofrecer un desayuno, o un café o té, lo que se tercie”. En opinión de esta profesional, un buen detalle al acabar la entrevista es recoger lo que se ha usado, tirar el vaso a la basura, etc. “Si alguien llega 10 minutos tarde, pide disculpas y luego hace una buena entrevista, no pasa nada. A todos nos puede ocurrir. Pero si alguien llega 10 minutos tarde y no pide disculpas, tiene faltas de ortografía en su currículum y no recoge su taza… Al final es cuestión de sentido común”, concluye Tanit.

Son precisamente los detalles los que resultarán importantes a la hora de convivir con el resto del equipo y, para el entrevistador, suponen un anticipo de cómo se comportará esa persona en el ámbito profesional. Tal y como decía Mr Orange en Reservoir Dogs, “el diablo está en los detalles”.

Foto de WTTJ

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