8 consejos para cerrar tus prácticas con broche de oro

19. 5. 2020

5 min.

8 consejos para cerrar tus prácticas con broche de oro
autor
Anais Koopman

Journaliste indépendante

¿Se acaban tus prácticas y ya estás pensando en qué harás a continuación? ¡No tan rápido! Los últimos días y semanas son un período propicio, tanto para ti como para el resto del equipo, para hacer un balance. Que te vayas no significa que no puedas volver nunca, por lo que no está de más sentar las bases de una relación con la empresa y sus empleados que quizá se prolongue en el tiempo y se convierta en una oportunidad. Así pues, ¿cuál es la mejor forma de pasar esta página de tu vida profesional antes de empezar a escribir la siguiente? Respondemos a esta pregunta y te damos algunas claves para aprovechar al máximo esta experiencia y que te sea de utilidad para la siguiente etapa de tu carrera.

1. Pide feedback a tu responsable de prácticas y/o compañeros

El objetivo principal de las prácticas es conocer más sobre un puesto y/o sector de actividad y dar tus primeros pasos profesionales en ese ámbito. Es una ocasión ideal para adquirir nuevos conocimientos y habilidades, así como una excelente forma de recibir feedback sobre tu modo de trabajar en una empresa.

Sin embargo, juzgar tu propio trabajo no siempre es sencillo. Por lo tanto, aunque seguramente ya hayas recibido comentarios después de trabajar varios meses con un equipo, es recomendable que antes de marcharte solicites a la empresa un feedback estructurado, concreto y completo sobre tu experiencia.

Es decisión tuya esperar a que tu responsable te proponga hablar al respecto, o directamente ser proactivo y pedírselo con anticipación e incluso organizar una pequeña reunión con tus compañeros. En este encuentro, adopta una actitud abierta a las críticas para convertirlas en constructivas. De este modo, no solo servirán para confirmar ciertas suposiciones y fortalecer tu confianza en tus cualidades, sino también para darte claves sobre los puntos que puedes mejorar. Para ir aún más lejos, pide a tu encargado y/o compañeros consejos prácticos para mejorar aspectos concretos de tu trabajo (herramientas de organización, forma de llevar a cabo un proyecto, maneras de resolver problemas, etc.).

2. Comparte tu opinión con tu responsable de prácticas

¿Qué pasaría si, tan solo por un momento, el alumno superara al maestro? En las prácticas, eres tú quien está allí para aprender, pero los comentarios que hagas a tu responsable también pueden ayudarle significativamente, sobre todo en lo relativo a la gestión de sus empleados y la orientación.

Tu feedback puede ser bien recibido, a pesar de la diferencia jerárquica, siempre y cuando mantengas una actitud respetuosa, humilde y expreses las cosas tal y como las sientes. Puedes mencionar aspectos relativos a su modo de gestionar y comunicarse que te hicieron sentir un poco menos a gusto, pero sin dar la impresión de que le estás dando una lección. De esta manera, tu responsable tendrá más información para ajustar su forma de dirigir y orientar mejor a las personas que vengan después de ti. Además, esta comunicación bidireccional te permite entablar un vínculo profesional auténtico con tu responsable que puede ser de utilidad para la siguiente etapa de tu carrera. Esto podría inspirarte y servirte para tomar nota de todo lo que debes hacer (o evitar) si algún día te ves en la obligación de orientar a un aprendiz.

3. Evalúa la profesión de tu responsable o de otros compañeros cuyos puestos podrían interesarte

No olvides el objetivo principal de las prácticas: descubrir el mundo profesional antes de formar parte de él de verdad. En este sentido, puedes aprovechar los últimos días en una compañía para explorar otros puestos o equipos. Quién sabe, tal vez tu vocación se encuentre muy cerca de donde hiciste tus prácticas. En cualquier caso, interesarte por otros puestos o equipos puede llevarte a tener nuevas metas profesionales y enriquecer tu conocimiento del mundo empresarial. También puedes preguntar si sería posible dedicar algunas horas o días a observar a los compañeros cuyos puestos te atraen, siempre y cuando tu empleador esté de acuerdo y no sea un obstáculo para tu trabajo.

4. Aprovecha las últimas semanas para probar cosas nuevas

Cuando llegas a una compañía, sobre todo si es para unas prácticas, lo habitual es actuar con humildad o hasta con timidez, hasta el punto de no atreverte a compartir las ideas que se te ocurren por miedo a parecer demasiado confiado o equivocarte.

Si todo sale bien, al final de tus prácticas deberías poder entender mejor cómo funciona la empresa, lo que te ayudará a sopesar tus ideas y expresarlas de manera más adecuada a tus compañeros. Plantear ideas o iniciar propuestas te permitirá cosechar una experiencia adicional, e incluso si no funcionan, darás la impresión positiva de ser una persona proactiva.

5. Prepara el terreno para el próximo aprendiz

Al terminar las prácticas, sería una pena dejar todo tu trabajo desorganizado. Para honrar tu experiencia y dejar una última impresión positiva, no hay nada mejor que facilitar la llegada de tu sucesor a la empresa y hacer que para esa persona sea más sencillo reanudar tu trabajo. Recuerda que seguramente no conocerá todo lo que tú sabes después de trabajar durante varios meses en la compañía. Por lo tanto, desempeñas un papel decisivo a la hora de hacer una transición sin contratiempos.

Eres la persona más indicada para orientar y aconsejar al nuevo empleado para que gestione sus tareas de la mejor manera posible. Puedes empezar reorganizando tus archivos y ordenando los proyectos en curso. Después, puedes crear o actualizar documentos internos con información importante y ponerlos a disposición de tu sucesor. Facilitar el trabajo de los demás y la trasmisión de las tareas es una forma de ser un buen profesional.

6. Agradece a tus compañeros por su acogida

Es importante dar las gracias a las personas que contribuyeron a hacer de esta experiencia una etapa importante de tu vida profesional. La manera más fácil de hacerlo es enviándoles un correo para despedirte y agradecerles su tiempo y dedicación cuando se acerque el fin de tus prácticas, y después repetirlo cara a cara cuando llegue el momento de marcharte. Según el contexto y la relación que hayas mantenido con ellos, también puedes organizar una reunión de despedida.

7. Sigue en contacto con tus compañeros

En algunos casos, las prácticas profesionales te ayudan a conseguir un contrato. En otros, no hay ninguna vacante en ese momento. Sin embargo, el equipo con el que trabajaste podría tenerte en cuenta tanto para el mismo puesto como para otro en el futuro (o para una colaboración como autónomo) y también recomendarte a otras empresas que busquen perfiles como el tuyo. Por lo tanto, es aconsejable que mantengas el contacto con tus compañeros, ya sea por correo electrónico, LinkedIn, teléfono o redes sociales. Te darás cuenta de que el networking es extremadamente importante en cualquier carrera y nunca es demasiado pronto para comenzarlo.

8. Haz un balance personal

Si tu universidad te exige hacer un informe de prácticas, es para evaluar las habilidades técnicas e interpersonales que has adquirido, ¡pero eso no es todo! También es una excelente oportunidad para reflexionar sobre tu experiencia. Tanto si debes dejar constancia por escrito como si no, puedes hacer un balance personal que no tienes por qué mostrar a los demás. Esto te ayudará a ver qué te ha gustado o no y qué te ha parecido fácil o difícil. De este modo, podrás iniciar el siguiente capítulo de tu vida profesional teniendo más claridad sobre ti mismo.

Las últimas semanas de prácticas son la ocasión ideal para hacer que unas prácticas pasen de ser buenas a excelentes y quienes han sido tus compañeros se acuerden de ti en el futuro. Sigue nuestros consejos para que esta etapa te ayude a sentar las mejores bases para tu futura carrera.

Traducido por Andreína Gil

Foto de WTTJ

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